viernes, 28 de marzo de 2014

Ese Día


No iba a ser el mejor de los días, eso lo intuía, bueno más bien lo sabia. En cuanto puso el pie en el suelo por la mañana supo que algo no iba bien.

 

Odiaba sus corazonadas, por que por mucho que lo esquivase, o ignorase no servía de nada. La experiencia es un grado dicen y siempre terminaba pasando algo.

 

A media mañana, la angustia se agarró a su estomago, no era capaz de identificar si alguna vez había sentido algo parecido. Pero no, nada se asemejaba a esta sensación asfixiante.

 

Le costaba respirar, no era capaz de tragar con normalidad, dentro de su pecho sentía que el corazón no latía de forma normal, acompasada; no sabría decir cual era su ritmo, pero algo le decía que no era el de siempre.

 

La sensación de agobio iba aumentando por momentos. Su traquea parecía que tenia un aro de goma que se iba cerrando por momentos dejando tan poco espacio para el aire que se sentía mareada.

 

Cerró los ojos y pensó en como su cuerpo y su mente se había revelado contra ella y la estaban haciendo pasar este infierno.  Pero no, no encontraba nada que justificara esa sensación de desazón, pánico, intranquilidad que se estaba apoderando de su ser poco a poco.

 

Se obligó a respirar. Abría la boca y cogía todo el aire que sus pulmones le permitían y casi dolía sentir como se adentraba. Era fresco muy fresco, y doloroso, se estremecía el resto del cuerpo a su paso.

 

Un escalofrío intenso le cruzo por la espalda dejándola, fría, sudorosa, temblando.

 

Necesitaba controlar la situación, pero se le iba de las manos por momentos, y no era capaz de pedir ayuda; ¿cómo? ¿A quién? No, no podía.

 

¿Y si dejo que pase? Se preguntaba pensando que así ignorándolo y pasaría o no pero no podía controlar que estaba pasando y…

 

Todo se puso negro

 

miércoles, 19 de marzo de 2014

Este o cualquier otro día

Llevo dándole vueltas a este post unos cuantos días por varios motivos. Uno de ellos es por que no quiero que sea muy deprimente, pero tampoco quiero que suene maravilloso, y tengo la costumbre de equivocar a algunos cuando me leen o me observan e interpretan de manera confusa mi manera de ver la vida.  Y el segundo motivo es que cuando se trata de mi padre , no soy nada objetiva y encima duele, así que complicado; pero bueno, intentaré que salga algo que se deje leer.

 

No tengo claro si me gusta o no el día del padre. Me explico, me hace mucha ilusión que mi enano se ponga nervioso y adelante su regalo a su padre, la cara de los dos es impagable. Pero yo no tengo aquí a mi padre y me jode. Si, así de simple y para más cabreo mío, dentro de menos de una semana, hará años que no está, así que no me gusta.

 

Estos días son para olvidar, estoy más sensible de lo normal, lloro con cualquier cosa y sólo quiero que esté conmigo. Pero no puede.

Dejó muchas cosas a medias, yo no estaba, ni estoy preparada para vivir mi vida sin él, aunque merito de él , lo hizo muy bien , por que oye pese a estar cabrada por su falta , vivo y lo hago bien gracias a todo lo que el dejó en mi.

 

Ya va para cinco años y uno espera que la cosa mejore, pero no. No es como al principio claro, pero el tiempo no hace que le eche menos de menos, sino más mucho más, por que es, era imprescindible en mi vida, por que ahora y según pasan los años, más, todas  las cosas que el dijo e hizo, cobran sentido, tienen su lugar, aunque el no esté.

 

Así que, aquí estoy intentando un día más aprovechar todo lo que el me dejó, que fue mucho y aprovecharlo al máximo, por que solo tengo una vida y aunque sin el es un poquito menos vida, es la mía y pienso aprovecharla al máximo.

 

Felicidades a todos los padres y a todos los Joses, Pepes, Pepas y Josefinas.

 

 

martes, 11 de marzo de 2014

Echando la vista atrás



Se paseaba nerviosa por el pasillo, mirando el reloj cada segundo, y el tiempo no pasaba. ¿Cuándo pensaba llegar a casa? Necesitaba salir, respirar, pensar ¿huir?

 

En el momento en el que oyó la cerradura, empezó a decirse que solo necesitaba un cigarro y despejarse, auto convenciéndose de que solo era un mal día.

 

-Hola Cariño ¿qué tal el día? –Bien, Oye necesito bajar al súper tengo que comprar algo que se me olvido antes. –Vale, hablamos luego.

 

Se calzó, copio el bolso, las llaves de casa, y las llaves del coche, aunque el supermercado estaba a 2 pasos decidió llevarlas consigo. Dio un beso al pequeño y otro al padre y salio de casa rápidamente.

 

En la calle cogió aire, se fue directa al coche arranco y estuvo conduciendo un rato, sin saber a donde. A la media hora se dio cuenta que llevaba dando vueltas sin sentido a la manzana; así que decidió aparcar y pensar, que estaba pasando por su cabeza.

 

Todo estaba bien ¿no?, su matrimonio estaba bien, su hijo llevaba 4 meses con ellos y era genial, no había problemas de salud, sus padres también estaban bien, tenia trabajo. Pero,  ¿por que no podía respirar?, ¿Por qué quería desaparecer?, ¿Por qué no tenia ganas de esforzarse? ¿Por qué no quería estar ahí?

 

Mentalmente organizó todo lo que iba hacer a partir de ese momento. Se iría, no tenia ganas de continuar, no era eso lo que quería, estaba cansada, harta, sin ilusión. Sólo hablaría con su padre pero no ahora cuando todo estuviera más calmado, no tenía ganas de que nadie intentara convencerla, no iba a cambiar sus planes.

 

Miro la hora, uff las ocho, el peque tiene que estar apunto de irse a la cama, pensó.

 

-¡¡¡JODEEEER!!!, ¡¡¡JODEEEER!!!, ¡¡¡JODEEEER!!! - Se sorprendió así misma gritando como una loca en el coche. ¿por que iba a dejarlo todo? Ni siquiera se había tomado la molestia de intentarlo.

 

Cogió el teléfono y llamo a alguien. –Hola, dame el teléfono de Juana. Tengo todo y quiero salir corriendo y no volver. Tendré que intentarlo ¿no? Gracias.

 

Y con su cita y con algo más de valor, volvió a casa.

 

-Cariño, he estado apunto de largarme sin importarme nada, ni siquiera vosotros; pero creo que debo saber por que, mañana voy a ver a Juana. – ¿y yo te puedo ayudar? – ya lo haces todos los días.

 

Parece mentira que hayan pasado más de 5 años. Hay que ser capaces de tomar decisiones en momentos difíciles.