domingo, 19 de julio de 2015

¿Queriendo?


No consigo concentrarme. No puedo dejar de buscarte, de mirar hacia el pasillo esperando a que aparezcas.
Estás ahí lo se, aquí conmigo entre estas cuatro paredes, pero no estás a mi lado. Te necesito más cerca.
Tu contacto me clama, me relaja, me transporta a mi nube.
Esta necesidad de contacto no disminuye, aumenta por cada minuto de la vida que compartimos. Es irracional, creciente y peligroso si dejo que me invada.
Pero no se si quiero pararlo.
Por que necesito más, más que tu más que todos. No me vale lo que al resto te quiero siempre a mi lado, toncándote con la punta de los dedos no más lejos.
¿Es enfermizo? Si, lo se. Pero me da igual.
En que momento el amor y el cariño que te tenía se ha vuelto obsesión. 
Todo a mi alrededor eres tu, eres el centro de mi vida, tu ocupas todos y cada uno de mis pensamientos. 
¿Qué me has hecho?
Y entonces me despierto y me doy cuenta que dejarse llevar es fácil; que lo difícil es querer de verdad sin miedos, sin atar, sin juzgar, solo dando amor, respeto, confianza.
Y así estoy debatiéndome entre que dos formas te querré hoy.‎