martes, 29 de marzo de 2016

Pero y si...

Cierro los ojos para recordarte, para que vengan a mi mente los momentos juntos.

Es tan intenso que por momentos siento tus manos en mi cara acercándome a ti lentamente y besando mis labios con desesperación.

Paras de besarme sin ganas de hacerlo, casi obligado por la necesidad de respirar pero no separas nuestras frentes y no abres los ojos por miedo a que sea un espejismo.

Todo a nuestro alrededor desaparece, el tacto de tus manos recorriendo mi cuerpo vestido parece ansioso por que la ropa desaparezca, sin más.

Conseguir sentarme encima tuya sin separarnos parece misión imposible pero lo hacemos y encajamos perfectamente.

Y en ese momento es cuando paro el mundo, mi mente se queda con ese momento juntos, desnudos, pegados mirándonos desesperados, besándonos boqueando para coger aire, y no perdernos ningún instante.

Guardo ese instante con mimo, con anhelo, con deseo, con esperanza de que vuelva suceder.

Pero eso ya sabemos, tu y yo que no volverá a ser.

Pero y si....

jueves, 24 de marzo de 2016

Lloros, música, sonrisas.

Parece mentira que hayan pasado 7 años.

Hoy ha sido de esos días que por mucho que lo intente no puedo dejar de pensar en lo mucho que te echo en falta, en que mi vida seria completa si estuvieras aquí, en que nos falto tiempo juntos.

Hoy, tantas cosas me han hecho recordarte, siempre las hay, mi día a día están llenas de detalles que hacen que estés presente, pero hoy mas.

Me puesto la música muy alta he llorado recordándote, he bailado y he reído, con la esperanza que estés donde estés me veas.

Me gusta pensar que te gusta en lo que me he convertido, por que desde que te fuiste he cambiado mucho.

Tu tienes mucha culpa. Perderte ha sido lo peor que me ha pasado nunca. Sobrevivo sin ti bastante bien, pero por que me diste tanto, me enseñaste tanto y te tengo tan presente que así me es mas fácil.

Gracias papá por velar por mi y los tuyos.

Te quiero

martes, 1 de marzo de 2016

Hablar. Si fuera fácil


Quiero gritar, a ver si así se me escucha, se me entiende.

No puedo ser más clara cuando hablo pero debe haber algo entre mi interlocutor y yo que no va bien.

No sé qué es, una cortina, un muro ¿qué? Pensé que había superado esto de hablar con alguien, hasta con los conocidos tengo problemas de comunicación, pero no, sigue siendo mi asignatura pendiente.

Tengo un nudo en el estómago que no me deja respirar, que me angustia, que me paraliza.

Solo cuando escribo parece que las palabras me salen, pero el nudo sigue ahí.

Es complicado buscar las palabras adecuadas.

En mi cabeza repito una y otra vez lo que quiero expresar de diferentes maneras, ninguna me convence, hasta a mí me parecen burdas, sin sentido.

Temo soltar cualquiera de las fórmulas que he pensado por miedo a no ser entendida, a ser malinterpretada, a crear en el otro una idea equivocada acerca de mis intenciones.

Y aquí sigo intentando que la bola pase que mis sentimientos no pongan freno a mis palabras, que mi cabeza sea capaz de elaborar algo entendible.


Imposible, hoy no es el día.