miércoles, 24 de agosto de 2016

Qué gusto haberte conocido.

Aun haciendo memoria,  no puedo recordar nada memorable de la primera vez que la vi. Pero si la sensación de querer hablar con ella. Me pasa con las personas que a mi me parecen enigmáticas y para mi ella lo era.

Tiene cara de eterna adolescente y un cuerpo pequeño, realmente bien proporcionado. Para mi como soy una mujer grande, éste tipo de mujeres me llaman la atención,  ahora pura curiosidad, pero de jovencilla, era algo de envidia, ellas podían ponerse cualquier ropa,  y yo no. Gracias a dios el tiempo y los años nos hace  madurar y ver las cosa como son.

Bueno continúo que me lío y me pierdo por donde  no quiero.

Las primeras veces juntas en el mismo espacio-tiempo, probablemente no nos echamos cuentas, teníamos por delante el trabajo mas bonito, duro y gratificante del mundo, pero la vida da vueltas.

No sabría decir el momento en el que nuestras historia común como madres pasó a segundo plano y nos fue convirtiendo poco a poco de compañeras de viaje a amigas.

Me gusta como se ríe, contagia, me enamora la forma que tiene de querer, mirar y cuidar a su gemela, me divierte su sentido del humor, mucho. Envidio su capacidad de abstracción y concentración. Creo que no podría decidir sobre si le gusta mas estar rodeada de gente, los suyos al poder ser,  o la soledad, que sabe llevarla y administrarla maravillosamente.

Tenerla al lado da paz y tranquilidad, hace que una se sienta muy bien, estoy empezando a entender por que muchos la tenemos cerca, es genial.

Querida, me he quedado con ganas de repetir, da igual donde y cuando pero debemos.

¿Qué te parece si vamos pensando en algo?

 

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