viernes, 1 de septiembre de 2017

Llegadas

"Buenas tardes en unos minutos aterrizaremos en el aeropuerto de Madrid Barajas"

Y en ese momento empezó a temblar.  Después de casi 4 meses se le hacía un poco cuesta arriba volver,  no estaba segura de lo que se encontraría. 

Cuándo decidió marcharse estaba hecha un lío,  muchos frentes abiertos.  En el tiempo que había estado fuera parecía como si todo se hubiera colocado en su sitio. 

Todo menos él.  No habían dejado de hablar por mail , por mensaje y un par de llamadas telefónicas.  

Ninguna conversación comprometida,  se habían limitado al principio a hablar de trivialidades para evitar su último encuentro y su viaje precipitado.  
Según pasaban las semana las conversaciones eran mas fluidas y fueron contándose su día a día,  él en el mismo sitio dónde ella lo dejó,  ella en otro nuevo y alejado.  Y se fue forjando una nueva relación de amigos.  Evitando eso si,  su peculiar relación anterior. 

Ella habia dicho a su familia,  amigos y a él cuándo volvía.  Había elegido un vuelo que hiciera imposible o eso creía ella , que la fueran a buscar.  Necesitaba llegar y encontrarse sola, en su entorno,  hacerse de nuevo a el. 
Y aún así sentía nervios y ansiedad,  aunque con el paso de los años había aprendido a controlarlo,  seguía  siendo difícil .

Bajaron bastante rápido del avión,  pero ahora venía lo peor de las llegadas,  recorrer pasillos, recoger maletas y salir de la terminal para buscar transporte. 

Después de 5 vueltas de la cinta de maletas apareció la suya,  gigante le pareció en ese momento - normal que haya pagado exceso de equipaje, pensó.  Le ayudó un señor con el que había compartido conversación en el vuelo, y después de darle las gracias se dispuso a salir y buscar un taxi.

Iba más o menos distraída con el móvil informando a todos de su llegada con un mensaje tipo que fue pegando en todos los chat. 
 Miraba al móvil y hacia arriba para no llevarse a nadie por delante con el carro de las maletas y entonces le vió. 

Parado un par de metros delante de ella. No era capaz de averiguar si el gesto de su cara era bueno, o malo. 

No pudo seguir se quedó parada temblando. Y fue consciente en ese momento que lo quería mas de lo que estaba dispuesta admitir. Los cinco meses separados no habian solucionado nada.¿ Y ahora?

Pero ella no contaba con él, con sus sentimientos con su duelo de 5 meses en el que tuvo que admitir que nadie seria capaz de ocupar el lugar que ella dejó. Luchó contra sus creencias, su convencimiento de estar solo , de no compartir su vida, de vivir sin preocupaciones. 
Pero no sirvió de nada, deseaba que volviera para contarle su ansiedad, su impaciencia, su determinación para conseguir que lo suyo funcionara, por que no se veía capaz de seguir sin ella. Sería demasiado duro y lucharía para que no pasara.

Se acercó a ella tan lento que los dos se sentian atrapados en una película a cámara lenta.

No podían dejar de mirarse, se habían echado tanto de menos. 

Llegó a su altura, dijo hola  muy bajo, si no llega a ser por que ella no dejaba de mirarle ni lo hubiera oído. 
Agachó la cabeza buscando el carro con la maleta y una vez cogido se volvió la beso muy rápido, por que si la besaba como deseaba no se moverían de la terminal en horas, la miró a los ojos: 

- vamos a casa, te he estado esperando.

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