domingo, 19 de julio de 2015

¿Queriendo?


No consigo concentrarme. No puedo dejar de buscarte, de mirar hacia el pasillo esperando a que aparezcas.
Estás ahí lo se, aquí conmigo entre estas cuatro paredes, pero no estás a mi lado. Te necesito más cerca.
Tu contacto me clama, me relaja, me transporta a mi nube.
Esta necesidad de contacto no disminuye, aumenta por cada minuto de la vida que compartimos. Es irracional, creciente y peligroso si dejo que me invada.
Pero no se si quiero pararlo.
Por que necesito más, más que tu más que todos. No me vale lo que al resto te quiero siempre a mi lado, toncándote con la punta de los dedos no más lejos.
¿Es enfermizo? Si, lo se. Pero me da igual.
En que momento el amor y el cariño que te tenía se ha vuelto obsesión. 
Todo a mi alrededor eres tu, eres el centro de mi vida, tu ocupas todos y cada uno de mis pensamientos. 
¿Qué me has hecho?
Y entonces me despierto y me doy cuenta que dejarse llevar es fácil; que lo difícil es querer de verdad sin miedos, sin atar, sin juzgar, solo dando amor, respeto, confianza.
Y así estoy debatiéndome entre que dos formas te querré hoy.‎

viernes, 29 de mayo de 2015

Soy Madre



Cuando me convertí en madre no lo hice de la manera más habitual, tradicional, como queráis llamarlo y eso implica algunas cosas diferentes en la forma de sentirse madre, al principio sobre todo. Ahí va mi explicación.

Yo no tuve 9 meses para "hacerme" a la idea que tendría un hijo, fueron algunos más, pero sin presión alguna, no tenía fecha fin, ni tenia dolores ni cambios en mi cuerpo ni nada.

Cuando lo ves por primera vez es chocante por lo menos, en mi caso no era bebe, era un peque de año y medio, al que dos extraños le querían coger  y al pobrecito no le hacía mucha gracia.

No estas con tu familia en ese momento, estábamos a un montón de kilómetros de casa en un lugar con conocido.

Quieres querer a ese niño que es tu hijo, pero todavía no lo quieres, aunque tengas una ganas locas de protegerle y hacerle sentirse bien a tu lado, darle cariño,  seguridad.

Con todo esto, sentirte madre es algo que va creciendo en ti a medida que pasa el tiempo juntos. Los vínculos se hacen día a día con cada experiencia vivida.

Mi momento, ese en el que fui consciente que era la madre de mi hijo y con ello la certeza que eso me cambiaría para siempre fue un día en el medico. No se cuánto tiempo llevaba en casa pero se perfectamente cómo y en qué momento pasó.

Era habitual los primeros meses pasar un montón de controles médicos para asegurar que todos estaba bien y tener bien controlados los problemas médicos de Abe. Tuvimos muchos análisis de sangre, cosa muy desagradable para todos pero para los niños pequeños creo que más, ellos no saben que pasan y se sienten desbordados.

Las primeras veces Abe lloraba desconsolado y yo sentía una pena tremenda porque no había consuelo para él. Pero un día mi peque desesperado por las "perrerías" que le hacían grito mamá, y yo me paralice, empecé a llorar y mi parte MADRE solo quería sacarle de allí para que no sufriera, menos mal que esa parte madre es adulta y sabe que los médicos son parte de la vida y que están para ayudarnos.

En ese momento mi cuerpo y mi mente ya estaban coordinadas ya estaban en el mismo punto, todo junto en ese instante hacían de mí su madre, y entre llantos de los dos, besos "curativos" y la mirada atónita de las enfermeras era la mujer más feliz del mundo.

Y todo estoy volvió ayer a mi mente cuando fuimos a una prueba rutinaria y tuvieron que pincharle para dejarle una vía.

Miedo, orgullo, felicidad y amor incondicional, todo junto sentía mientras que miraba a mi chico grande pasar por algo difícil para el los médicos.

Vamos, como todas las MADRES.

Feliz viernes.

viernes, 22 de mayo de 2015

ELLA



Y yo que  pensaba que sería algo pasajero, que en cuanto cruzase un par de palabras con ella, se me pasaría. Pero no cuanto más hablo con ella más enganchado me tiene.

¡Joder! pero si no encaja conmigo.

Su sonrisa, eso fue lo primero que me hizo fijarme en ella. Amplia, sincera, permanente. Sé que no es mi tipo, no es una persona en la que fijaría, pero con el ese descaro con el que habla, esa forma de expresarse hace que no puedas dejar de prestarla atención cuando está cerca.

Es diferente a las otras mujeres con las que me he cruzado, y me hace plantearme cosas que jamás había pensado.

Mi vida ordenada, tengo que reconocer que ya no lo es tanto desde que me sorprendo pensando en buscarla, hacerme el encontradizo, pensar en escusas que me permitan llamarla o mandarla un mensaje.

 

¡Que me está pasando!

 

La seguridad que tiene en si misma te deja descolocado, ella se gusta tal y como es y en ese momento es cuando te das cuenta de que  deprende una luz especial y se contagia todo a su alrededor. Sabe provocarte, porque se gusta y eso hace que nos guste a los demás.

No tiene miedo a decir lo que piensa, a rebatirte algo si cree que no llevas razón, o mantener una conversación serena sobre cómo ve la vida; y entonces tú quieres ver y vivir la vida también la vida así.

En qué momento pase de pensar ¡Qué chica más maja! a ¿Por qué narices no puedo dejar de pensar en ella?

Y ahora que ya tengo todos los esquemas rotos y que por fin se lo que quiero, solo me falta tener el valor suficiente dar un paso adelante.

¿Cuándo? Eso, me lo estoy pensando.

 

miércoles, 15 de abril de 2015

Predicar con el ejemplo

Es muy difícil lo se, pero por que ni siquiera nos planteamos intentarlo.

 

Hoy estoy quemada, como "coceto" general.

 

De verdad ,se nos llena la boca hablando de más , criticando y poniendo en duda la forma de actuar de los demás, pero muchas veces, no  nos damos cuenta de que hacemos exactamente lo mismo, más veces de las que nos gustaría si nos viéramos desde fuera.

 

Educamos o queremos educar a nuestros hijos en el respeto, la tolerancia y otros muchos valores, que machacamos sin darnos cuenta unas cuantas veces al día. Que conste que yo lo he hecho y a veces me sigue pasando, pero al ser consiente de que cometo errores intento no repetirlos, por que es muy difícil pedirle a los peques que no griten y a los dos minutos decirles tu a gritos que recojan la habitación que tenemos prisa, o cualquier otra cosa; y perdonad pero no somos perfectos y lo hacemos aunque no nos guste.

 

Pero ya cuando encima, gracias a las maravillosas redes sociales a las que yo personalmente acudo a diario y lo sabéis todos, algunos ponen todo su malestar, por decirlo suave,  en cosas criticables o no desde mi punto de vista , que no tiene por que ser el bueno, pero que luego ellos repiten como si nada , ya me toca las narices.

 

No quiero lecciones yo no las doy, como mucho a mis amigos y si hay confianza suficiente opiniones y de vez en cuando discusiones muy constructivas, por cierto.

 

De verdad un poco de sentido común antes de abrir la boca y repito soy la primera que tropiezo pero no por eso voy a dejar de intentar dejar de tropezar.

 

EA! Que ya me he desahogado por hoy.

 


jueves, 26 de marzo de 2015

Silencio


-No me mires así. Si no eres capaz de de mantener la boca cerrada, sal de la habitación.


-No quiero irme, estaré callada te lo prometo.  Silencio-¿Es necesario que te vayas ahora? Yo sola no puedo. Silencio ¿Nos vas a contestarme? ¡Sonia! Te estoy hablando

-Si no consigo que tú estés callada, lo estaré yo. Silencio Hoy no quiero discutir.

-Siempre consigues salirte con la tuya ¿Verdad? Silencio  Silencio -¿Por que me haces esto?

 

-No te equivoques, te lo haces tú. Eres tú la que no se respeta, ni a si misma ni a los demás. Silencio ¿Te has parado a pensar un segundo, que la que se va soy yo?  

 

-¿Ves? Crees que todo en esta vida gira a tu alrededor. Silencio No puedes decirme que yo soy la culpable. Te vas, tú me abandonas.

 

-Ja,ja ja. ¿Abandonarte yo a ti? Hubo una época en la que pensé que no sería capaz de vivir sin ti, y un numerito de esto me hubiera echado para atrás, pero no, ya no. Silencio  Ni tus chantajes harán que cambie de opinión.

 

Silencio  -No piensas decirme nada, quiero una explicación, ¡¡¡¡te lo exijo!!!  Silencio ¡Vamos! Di algo.

 

Silencio -Te quise, Te querré, te quiero, pero no a la persona que tengo hoy, ahora en frente, no; A esa no la reconozco. Adiós

 

Silencio

 


martes, 24 de marzo de 2015

Hoy, esto es lo que toca


Cuando alguien al que quieres muere, dicen que pasamos por muchas fases el duelo, negación, ira, dolor, aceptación.  
No se exactamente si he pasado por todos esos estados, me he quedado en alguno o no llegaré a ellos, pero soy diferente de la Maria de hace 6 años. 
Para mi sigue siendo un suplicio saber que mi padre no está conmigo, ni me volverá a llamar por teléfono, ni podrá achucharme, ni tener conversaciones geniales, ni nada de nada. El no está, es lo único que tengo claro, bueno eso y que duele, no siempre igual ni con la misma intensidad  pero estará ahí.
También es verdad que lo llevo a mi manera y esa es recordarle en vida diaria por lo que si tengo es lo que me enseñó, y es tanto que es imposible no hacerlo.
Estaría feliz sabiendo que somos mucho, yo diría todos los que le conocieron, los que se acuerdan a diario de el por qué fue tan intenso que ha dejado huella.
Así que hoy me acordaré mucho de él con una sonrisa inmensa, para que este donde este la vea.
TE QUIERO PAPA
:) :) :) :) :) :) :) :) :) :) :) 
¿Lo ves? Seguro que si 


jueves, 19 de marzo de 2015

Seis meses


Hace poco más de un año, en el sofá José y yo comentábamos los últimos días de los cursos de acogimiento, y con ello, que deberíamos estar preparados para el fin de la tranquilidad. ¿Por qué? Pues por que A grande siempre ha sido muy tranquilo, después de pasada su época de rabietas; y ahora se respiraba serenidad y silencio en casa, por lo que era previsible que si llega un nuevo peque a casa la cosa cambiaría. Y estábamos deseando "complicarnos" la vida de esa manera.
Y claro que lo hizo, la adaptación fue muy dura, no por A pequeña, que es un niño bueno y cariñoso, si no por que la entrada de un nuevo miembro a la familia ya formada, suponen cambios, por nuestra parte y por supuesto por la del recién llegado, que el pobre sin comerlo y sin beberlo se ve metido en una familia que él no conoce, que él no ha elegido y encima no sabe por qué.
Entonces los primeros meses, de esto va a hacer seis, fueron todo lo contrario a la tranquilidad acostumbrada.
A pequeña venia sin normas, comía bastante mal, solía dormir acompañado y con muchas pesadillas, la palabra no, ni la conocía, ni sabia lo que significaba, ni le interesaba, cosa normal con 3 años por otra parte si no hay referencias.
Poco a poco las normas fueron algo fácil de seguir, con bastante más esfuerzo consiguió comer casi de todo y sin fiesta diaria, ya me entendéis. Lo de dormir costo un poquito más, los miedos son irracionales y cada uno necesita su tiempo, pero ahora es un niño grande de 4 años que duerme solito y del tirón. Y aprendimos a frustrarnos con los noes y a seguir adelante con una sonrisa. Todo en tiempo record.
Y ahora, hoy , el día del padre en casa se respira tranquilidad, cada uno tiene su sitio, disfruta de su espacio solo o en compañía del resto de la familia, todo funciona. Hay días malos, pero de cada uno de nosotros como en tooodas las familias y hay tantos días buenos, que estoy convencida que haber decidido formar parte del mundo del acogimiento familiar es una de las mejores decisiones que hemos tomado nunca.