miércoles, 12 de julio de 2017

¿Pensar? ¿Decidir? ¿Hacer?

¿En qué momento dejé de pensar? ¿Cuándo perdi la capacidad de analizar las cosas? 
¿Cómo he llegado al punto de llevarme por impulsos? 
No se si puedo parar.
No se si quiero.  
Algo en mi estómago me dice que debería hacerlo.  
Mi cabeza da vueltas. De culpabilizarme a que me deje llevar,  en un bucle sin fin que me desconcierta. 
Cuándo eres una persona que le gusta tenerlo todo controlado,  pensado meditado y no dejas nada al azar...
Nada de esto sirve, ¿qué haces? 
Cada segundo una sensación diferente,  incredulidad,  emoción,  desesperación,  alegría.  
Una montaña rusa que no tiene fin. 
¿Y si?  es una pregunta que ya no me he hecho porque significa que tengo que pensar las consecuencias y no quiero hacerlo.  
Tengo miedo a conocer el camino elegido,  pero no puedo parar y avanzo firme,  casi sin dudas a ello.  
No voy a detereme, es un reto y hace tiempo decidí que no dejaría ninguno sin inentar. 
La incertidumbre me desconcierta,  me provoca ansiedad,  pero también me llama poderosamente a encontrar que hay después. 
Tiembla mi cuerpo por la tensión de no saber controlar mis emociones,  es un estado nuevo que desconozco pero me intriga.  
¿Y cuándo todo pase?  ¿Qué?  ¿habrá meredo la pena?  ¿Será todo cómo antes? 
No se. 

martes, 13 de junio de 2017

Gracias a ti


No es todo perfecto ni lo pretendo.

Yo he elegido vivir de esta manera y soy responsable de todas y cada una de las cosas que hago y más conscientemente desde hace 10 años.

Eso no quiere decir que antes no decidiera, pero es cierto que me dejaba llevar más , me amoldaba a todo , era más permisiva, permeable , manejable probablemente.

Ahora soy mejor, me siento mejor y vivo mejor.

Es un proceso largo, yo estoy dónde , cómo y con quien quiero estar. No es un camino fácil pero es gratificante, mucho.
No es un cambio instantáneo , no es rápido , no siempre lo puedes hacer acompañado, pero es necesario, vital y enriquecedor.

Yo no lo he hecho sola.

Hace 18 años conocí a alguien que creyó en mi, en mis posibilidades, en mi futuro , en mi progreso y que desde entonces no ha hecho otra cosa que estar ahí.

Sentirse apoyada, querida, respaldada, respetada desde la primera vez nos vimos.

Saber que me conoce con mis luces y mis sombras, que me deja crecer , que me acompaña en mis decisiones y las hace suyas, no me deja al margen, somos un conjunto equilibrado, por que separados somos personas que se quieren y se respetan y eso lo hace todo más fácil.

Casi todo lo que soy ahora es gracias a él, y eso me hace ser la persona más feliz del mundo.

Gracias por quererme,apoyarme, recogerme, animarme, esperarme, y dejarme crecer a tu lado.


viernes, 19 de mayo de 2017

Las cosas de tener razón

Duele. Ese momento en que te das cuenta que llevas razón.

Alivia es verdad. No llevarla implica cosas malas, pero jode, mucho, por que tenerla es más duro , significan verdades que no nos gustan ver, que evitamos , que olvidamos a conciencia , que estropean nuestra idea perfecta del mundo en que intentamos vivir.

No me gusta mentir si puedo lo evito.

Decía mi padre que solo eran aceptables las mentiras piadosas , esas que no conllevan un perjuicio real solo ocultan parte de lo sucedido para evitar daños colaterales, pero quien decide cuales son los daños colaterales. ¿Quién los sufre?

Desde fuera todo es más fácil, dar consejos es gratis , y a mi se me da taaan bien. Pero no siempre podemos esperar que los demás comprendan que tú ves más allá; Llámalo sexto sentido, llámalo corazonada , llámalo obviedad, pero lo ves, está ahí , para ti es claro, cristalino. 

Cuando te decides a contar lo que crees, ves , presientes tienes que estar muy seguro de que el receptor lo aceptará y no se lo tomará como algo personal. Y ya sería la leche que reconociera que tienes razón, pero si duele tenerla , duele más ser consciente de que alguien la tiene y tu no lo has visto.

Aquí estoy recogiendo pedacitos para continuar como si nada hubiera pasado, para seguir ahí cerca, para reconstruir los tuyos cuando los necesites, por que créeme, pasará y otra vez tendré razón , y ya sabemos lo que eso implica ¿verdad?

miércoles, 17 de mayo de 2017

Su sonrisa

Los días de fiesta a veces se le hacian cuesta arriba, no es que echara de menos ir al madito trabajo,  pero la soledad cada vez se hacía menos llevable.
Cogió la moto y sin rumbo condujo durente un buen rato.  

¿A quien quería engañar? Se habia parado en la acera delante de la puerta de su casa.  No lo había planeado pero la moto le llevo directo . 

Esperaba verla.  Que saliera y poder mirarla sin ser visto. Observala. 

Se encendió un cigarro pensando si eso habia sido una buena o no. Sabía que no debía haber parado pero algo le impulso. Ese algo que no era capaz de describir y le traia de cabeza ya demasiados meses. 

La suerte estuvo de su lado y la vió salir . Iba cómo siempre decidida mirando al frente y colocándose el bolso y mirando donde llevaba el móvil,  ja ja,  era una adicta aunque no lo reconocería nunca. 

Decidió mandar un mensaje y esperar a que sucedía. 

Se paro, puso cara de sorpresa y sacó el movil del bolsillo del pantalón , miró la pantalla y sonrió.

Ésa sonrisa era por la que merecía la pena perder la razón. 

Ahora lo tenía claro, estaba perdido. 


jueves, 6 de abril de 2017

Complices

Miradas furtivas en medio de la gente que solo ellos notan.
Palabras cruzadas que llegan muy dentro.
Pequeños besos sin aparente significado.
Un roce de piernas debajo de la mesa.
Un sentimiento de bienestar cuando esa otra persona aparece.
Una palabra de aliento que reconforta cuando todo va mal
Dos manos casi tocándose cuando todo el mundo mira pero no ven.
Pasear despreocupado al lado del otro sabiendo que está, que se quedará.
Sonrisas cuando en la cabeza aparecen recuerdos de lo vivido juntos.
Planes de algo más.
Pequeños gestos que solo ellos saben el significado.
Saber que se sueñan y añoran con intensidad.
Poder gritar y desahogarse teniendo una respuesta.
Cuando no se tiene miedo a perder.
Compartir, intimidad, seguridad, cariño, respeto son cabecera.
Querer que se pare el tiempo.

jueves, 23 de marzo de 2017

Otro 24 de marzo

Mi mitad. El hombre de mi vida. Y probablemente la persona que mas he querido nunca.

Y pasan los días, los años y te recuerdo,  te recordamos tanto. 

Siempre hay una conversación,  un gesto,  un viaje,  una foto,  una frase que nos recuerda tu vida con nosotros. 

Te añoramos mucho y mucha gente. 

¿Te das cuenta de la huella que has dejado?  

Ya no hay tantas lágrimas,  ahora tu recuerdo es nostálgico,  sereno, bonito y nos hace darnos cuenta que pensarte con una sonrisa es más reconfortante. 

Sigue siendo difícil,  no lo voy a negar,  te estás perdiendo tanto y tan bueno de todos los que te queremos. 

Nunca superas que alguien querido se vaya y si encima llenaba todo a su paso se complica pero son tantas las cosas buenas que nos dejaste para recordarte que lo hacemos,  mucho, casi a diario y eso nos permite continuar viviendo siendo felices y disfrutando. 

Te quiero,  gracias por darme tanto papá 

miércoles, 1 de marzo de 2017

No entraba en mis planes


Ocupo mis manos y mi mente para evitar coger el teléfono y llamarte, para no fantasear contigo, para no cruzar la calle y verte.

Es un problema mío, lo sé.

Yo puse las normas, mis normas. Yo decidí que hacer con mi vida.

Pero en mis normas no había excepciones. Ilusa, la excepción eras tú, siempre fuiste tú.

Y ahora después de meses saltándome las mis normas, haciendo como que nada pasa, que todo es pasajero, que solo es cuestión de pasarlo bien, me descubro imaginando una vida junto a ti.

Eso no entraba en mis planes. Tú no entrabas en mis planes.
Pero ya es tarde, te he dejado entrar y no hay manera de sacarte.

Me prometí no caer más en un pozo en el que no pudiera salir y estoy a punto de no cumplirlo, pero todavía las cicatrices del último escuecen y me recuerdan que sólo yo por encima de todos y todo merezco la pena.

Así que aquí termina todo, que no el sufrimiento por no tenerte cerca, eso no termina con decir hasta aquí, termina, cuando no te piense, cuando no te siente sin no estás conmigo, cuando no añore tu olor, cuando no sueñe con tu piel.

Entonces estaré curada, o no.