Tengo tantas ganas de olvidarte como de saber de tí.
Quiero pasar página y a la vez tenerte cerca.
Y así pasan lo días con el cerebro desdoblado y el corazón partido por la mitad.
Y estoy contigo y todo pasa a un segundo plano.
Y no estás y el tiempo hace mella, araña y deja al descubierto la vulnerabilidad.
Y otra vez el bucle.
No consigo tener una certeza real de lo que me conviene.
No sé si te quiero o te odio.
Te echo de menos y a veces me olvido de tí.
Te miro y sonrío, te escucho y me pierdo en mundos alejados.
No estás y cada vez hay más cosas que ocupan tu lugar.
¿Qué tienes que no me deja partir?
¿Qué tengo que no puedo dejar de pensarte?
Un ciclo finito que no para de repetirse, una y otra vez.
Solo cambia, a veces, la cadencia y la intensidad. Como las estaciones , el día, la noche.
Se repite.