Tanta paz dejes...

Sentimientos encontrados.

Deseo con todo el corazón, que el 2022 se vaya de una puta vez. Ha sido uno de los peores años que recuerdo.

Por nada, por todo. 

Ha sido muy difícil lidiar cada día con todo lo que me deparaba este año, para llegar a conocer todas y cada una de mis zonas oscuras, mis miedos, inseguridades y mi lista de taritas.

Pero las he ido superando, porque lo bueno del 2022 han sido las personas que me quieren, me miman, siento y están cerca.

Pero a pesar de eso me da vértigo despedirlo porque el 2023 va a ser el año en el que la prioridad sea yo, y eso no siempre se me da bien.

Pero estoy decidida a hacerlo, así que me pongo a ello.

Por un 2023 con retos, nuevas sensaciones, primeras veces ilusionantes y mucho yomimeconmigo.

16

No se como ha pasado tan rápido el tiempo.

¿Como hemos pasado de 18 meses a 16 años?

Me da la sensación de que me faltan minutos , horas , días para verte crecer, verte convertirte en una persona increíble.

No paro de aprender de tí. 

Me tienes enganchada a tu forma de ver y vivir la vida. 

Cómo madre me desespera tu "calma" pero solo es el proceso de hacer bien las cosas, con tiempo.

Tu sonrisa perenne es absolutamente maravillosa y contagiosa. 

Tu buen talante es admirable, siempre sacando lo bueno de todo. 

Gracias por seguir achuchándome y diciéndome : ¡ah, mami!

Te quiero infinito 

Tengo un hueco a mi lado

Como todas las noches, siempre hay un sitio reservado para tí.

Solo tienes que venir y ocuparlo.

Pero ven pronto que sería capaz de dormirme y quiero verte a mi lado.

Quiero sentir tu piel sobre la mía, tus manos agarrándome y notar como respiras muy cerca de mi oído.

Notar tu calor mientras cierro los ojos e inevitablemente los ojos se cierran, llevándome a un sueño donde también estás tú.

Tú, esté despierta o soñando.

Tú, en mi cabeza.

Tú, en cada momento.

Tú 

Nada qué decir

Hay veces que pasa. 

Después de la intensidad, la complicidad, la amistad, el amor, queda un agujero de vacío, de silencio.

No siempre es visible de primeras, pero otras veces es el propio silencio el que destaca sobre todo, reclamado su espacio.

Si eso pasa, ya no hay marcha atrás.

Solo queda salir de la manera menos invasiva, para que quede un buen recuerdo.

No siempre es fácil.

Hay veces que se quiere gritar, exigir, saber, pero solo para justificar actos que no se entienden o no son compresibles, según seamos. 

Y eso no lleva a ningún lado.

Cuando no hay nada más que decir, lo mejor es dejar ir y olvidar.

Me voy

Te echo de menos y todavía no me he ido.

Tengo la piel de gallina solo por pensarte.

Las lágrimas recorren mis mejillas sabiendo que no habrá más nosotros.

¡Cómo te quiero!

Me consuela saber que éste dolor, es cuestión de tiempo y autocuidado.

Pero añoraré tu olor, por qué ya lo hago.

Soñaré con tus besos y tus abrazos.

Recordaré todo aquello que juntos, me hizo sentir.

Y así me voy, sabiendo que no tocaba, que no era, que no sería. 

A un paso

Los finales también tienen avisos.

También les gusta dejar pequeños detalles de su más o menos inminente llegada.

Un día la conversación se hace pesada, otro, no hay muchas ganas de contar.

Retrasas la toma de decisiones, hasta las más pequeñas e insignificantes.

Obvias cosas, haciendo que perdiendan su importancia y significado.

Te olvidas contestar. 

Avisas tarde. 

Planes más interesantes se cuelan desplazando otros antes muy apetecibles.

Tan poco a poco .