Otra primera vez

Por fin esa sensación de "nada"
Ayer por primera vez en mi vida que yo recuerde, hice algo como las personas "normales"

Ese algo significa que no he estado dos días sin dormir por saber que llegaba el día.
Que no he tenido pensamientos negativos repetitivos que me hacían tener pánico a es "algo".

 
No lo he evitado, no he puestos excusas.

Toda esta primera parte ya había pasado alguna vez , pocas,  pero cada vez más es cierto.
Pero el día D terminó siendo toda una sorpresa para mi.

Ese "algo" de ayer fue ir un lugar nuevo para mi, no por el médico.  Todo lo nuevo y desconocido era para mí un reto casi insalvable.

Fui capaz de pararme en la entrada para buscar sin prisas ni nervios a donde quería ir, que estaba buscando, acercarme al mostrador sin pensar, sin miedo para ser observada o preguntada.

¡Qué felicidad poder decir a la persona que me atendía qué quería ,  preguntar a dónde tenía que dirigirme, sin temblar sin que no me saliera la voz!

Pasear por el edificio buscando sin miedo a equivocarme,  preguntando a otra persona al no encontrar la puerta.

Estas cosas de persona "normal" he conseguido hacerlas muy pocas veces y siempre por obligación o provocando en mí un verdadero problema.

Lo más impresionante es que me he dado cuenta de todo cuando al  llegar a casa me han preguntado qué tal la visita y he sido consciente de que he hecho todo eso como si nada.

 
Y estoy feliz de haberme pasado "otra pantalla" en mi vida, otro reto superado.

 
¡Y me siento tan bien!
 

Reflexionando en alto.

No sé si estoy triste, cabreada o indignada. Para que veáis como el clima político y social creado de un tiempo a esta parte está empezando hacer "daño" de verdad.

El adolescente tenía hoy partido de basket me preguntó  si podíamos llevar a su amigo Jaime al partido.

¡Por supuesto!, le contesté.

Pues anoche me lo recordó . Mama que llevamos a Jaime. Yo: que siiii. - Ah mamá, Jaime es chino. ¡Y tu negro!, contesté.

Al segundo me di cuenta que responder impulsivamente no había sido la mejor manera de hacerlo.


Así que continué. ¿Es tu amigo? Pues es lo único que me importa.

Por supuesto la charla duró un poco más.

¿Pero que narices estamos haciendo para que niños de 14 años piense que tienen que justificar cómo son sus amigos?

En mi casa día a día intentamos que mis hijos no sean discriminados ni por su raza, origen ni cualquier otra cosa. 

Y nosotros como sus padres intentamos reeducar aquello que nos han enseñado desde que somos pequeños y hasta ahora estaba siendo "relativamente" fácil.

En el momento en el que vivimos es una tarea harto difícil, pero también os digo, no voy a tirar la toalla. 

Pero también os digo que es descorazonador ver el panorama actual.

Ese dolor

¡Qué dolor!

Por todo o por nada.

 
Una presión en el pecho que te cuesta respirar.

 
La cabeza está al límite de estallar como una olla a presión fuera de punto.

Las lágrimas luchan por salir desbordadas de los ojos para aliviar la concentración por no hacerlo.

Una y otra vez vueltas a la misma frase, a la misma imagen , a la misma situación esperando encontrar una señal, un mensaje diferente al que ha tenido las otras doscientas veces que lo has repasado mentalmente.

No hay solución rápida ni milagrosa, ni parche porque para eso hay que tener definida la causa y es un todo y un nada tan genérico que es imposible hacer algo efectivo.

Y si se busca el origen , si indagado llegas al problema primero, podrás tirar del hilo que te llevará a donde te encuentras ahora y ...

Piénsate muy bien hasta dónde quieres llegar para aliviar el dolor, no vaya a ser más grande el que encuentras al que dejas.  

No era suficiente

Lo intuía, sabía que podía pasar.

Pero no era consciente de cuán real sería.

Le quería para si, siempre lo dijo a quien quisiera escuchar, nunca quiso compartir.

Sabía que es una actitud poco popular. Y no eran de celos, no. Era de atención,  dedicación, pensamiento, acción.
Volcarse con alguien, que sea tu centro, tu objetivo, tu guía.

Eso es  entregarse a alguien, quererle con toda la amplitud de la palabra y su significado, que jamás es excluyente de nada ni nadie, pero si exigente.

Pero requiere una entrega que no todo el mundo es capaz de dar y en el caso que lo fuera, de saber hacerlo.

Y entonces la frustración hace aparición, por qué al dar se espera lo mismo. Pero no todo el mundo es igual.
No se  quiere , desea, da o espera de la misma ahí está la factura, ahí empieza.

El agujero lo agranda el tiempo si no se para, se parchea, o cierra.
Echando las vista atrás y  lamenta el por qué ,  aquello que no esperaba ha llegado, se ha instalado y ya no va a irse.

Y aun así , sigue habiendo amor.





 

¿Y tú qué decides?

No se puede tener todo. O eso te dicen siempre.

Pero también que no te conformes, que consigas lo que quieres, que luches por ellos.

Mensajes contradictorios.

¿Y tú qué eres entonces ? ¿Eres un imposible? ¿No te puedo tener?

O decido que te persigo por que te quiero y lucho por ti.

¡ Qué hago !

Tú en todas las formas y maneras estás en mi cabeza. Te deseo, te añoro, te sueño.
¿Donde está el límite de mi locura por ti? ¿Lo tengo?

A veces pienso, que se nos pasará, otras que creo que ya no podría pasar sin ti.

Y entre esos pensamientos se cuelan las infinitas ganas de tenerte muy pegado a mí,  tanto que no quepa ni el aire entre nosotros, de besarte desesperada por haberme perdido todos los que no te he dado por no haberte conocido antes.

Así que sigo dándole vueltas, y gana el seguir por tí a por un ¿Nosotros? Quizás...

¿Y tú?



 

Un error de cálculo.

Siempre empieza cómo un juego. Divierte, entretiene,  se pasa el tiempo.

Él,  todo control, ideas claras y objetivos que alcanzar.  ¡Qué puede salir mal!

Ella, nada, ¿Qué si no?

Aunque en realidad no es así. Todo pasa por algo, todo tiene su razón de ser. Solo tenía que pasar.

Y es cuándo todo da la vuelta a la realidad conocida, volviéndose diferente, algo que no había pasado nunca a ninguno de los dos.

Así que lo disfrutan hasta las últimas consecuencias.
No hay mañana, no hay futuro, no hay más allá.
Hay ahora, el presente, el momento juntos.

¡Bendito error!



 

Tus efectos

No pienses por mí.

No evites llamarme, escribirme, hablarme.
Te necesito siempre, me enganché a ti , si no fuera así lo diría.

No decidas por mí que es mejor. ¿Darme espacio? , no lo quiero.

Así que ven, acércate a mí. Te quiero tan cerca que sea imposible distinguimos.

Tan juntos que no podamos separarnos.
Ésta necesidad de ti, desconocida  hasta ahora para mí, me viene grande.
Cómo la sensación permanente de que me falta el aire cuándo no estás.

Me has dado la vuelta a la cabeza, para que solo tú estés en ella.

¡Cuántas locuras pendientes!  

Te echo de menos.

Ya he olvidado como tocabas mi piel. No consigo recordar cómo me mirabas cuando me veías, cuando no era parte del mobiliario.

Te espero en la cama, disimulando  el paso de los minutos sin que aparezcas. Duele.

La lágrimas las tapo dándome la vuelta cuando hablas sin tener presente que estoy a 2 cm de ti.

Si no estamos juntos miro sin parar el móvil, por si se te ocurre en algún momento comunicarte conmigo

No tengo valor de plantarme delante tuyo y gritarte : " ¡¡Sigo aquí!! "

En algún momento tú te acomodaste y yo me acostumbré, sin pensar en las consecuencias.

Dime qué es mi sensación, que no es así. Pon una excusa cualquiera para justificar los últimos tiempos.

Pero necesito que vuelvas, necesito que seamos, necesito saber qué no se ha terminado.
 

Ahora. En este momento

Cuándo no salen las palabras.

Cuándo no existe ninguna que defina como te sientes, porque todas se quedan cortas.

 
Porque la lista de adjetivos que utilizaría para contarte como me siento ahora sería infinita, y aún así algo se quedaría por decir.

Echar de menos sin dolor, pero con esperanza.

Desear por qué si, por todo lo que tiene y da de sí.

Olvidar todo, lo bueno, lo malo, durante horas.

Tener la sensación de estar en otra dimensión paralela a la que vivimos.

No sentir la distancia nunca , aunque se grande, o grandísima a veces.

La seguridad de tener dónde ser libre.

Nada que lo rodee duele, ni da miedo, ni asusta.

La tranquilidad de saber quién eres.

Y querer.

Querer como tú quieras, sin etiquetas. Sin limitaciones.

Querer tanto que no duele. Tanto que hace feliz. 

Decide

¿Te vas a conformar?

Puedes desaparecer si no te atreves. 

No tienes nada que perder y mucho que ganar.

 
Atrévete, hazlo, da un paso adelante, como para que merezca la pena.

Lucha por ello.  No tienes un no, no tienes nada  porque nunca has preguntado.

¿Serías capaz de dejarlo escapar? ¿Y los remordimientos? Y el ¿Y si?

Lo has pensado más veces de lo que sueles hacer. Lo vas a seguir pensando, ¿ O vas a empezar a actuar?

Tienes presentes todas las variables, hasta las imposibles, pero lo has dejado estar.

¿Arriesgar? O continuar como hasta ahora .

 
Conformarse o dar un paso más .

Crees que has pensado, sopesado, elegido.

Ya lo tienes decidido, lo sabes, solo tienes que decirlo en alto. 

Roto

No quiero tener que esperarte. No quiero facilitarte las cosas, no quiero estar pendiente de ti.

Quiero que vengas sin pedírtelo, que me busques, que te esfuerces. Que pienses en mí.

No sabes,¿Verdad?.

Tan fácil te lo puse que ahora, tengo al lado un malcriado. 

 
Y con eso no se construye una vida. No se hace futuro, no se tienen planes.

¿Qué no sabes de qué hablo?

De amor, respeto, compañía, pasión , amistad. Hablo de todo eso que nos falta.

Y falta porque ya me cansé de poner de más.