¿Cómo un mes puede convertirse en eterno?
La ultima vez que recordaba perfectamente una fecha de este mes era el jueves 2 de octubre.
¿Por qué me acuerdo de esa fecha? Porque empezaba mi escapada a Fez con las chicas del bordado.
Bendito viaje que me dio fuerza y paz mental para lo que me esperaba a la vuelta, inocente de mí.
La vuelta de un viaje nunca nos gusta, echamos de menos,hay que volver a la rutina, intentamos volver a la realidad lo más tarde posible.
Lo mío no fue vuelta a la realidad fue una hostia en toda regla.
Mi madre había sufrido un ictus y no la "habíamos" encontrado hasta unas cuantas horas después.
Cogí un vuelo a Vigo para estar con ella.
No tengo palabras para agraderos que estuvierais con ella en esos momentos.¡Qué haría yo sin vosotros! Necesito más de un post o dos, un libro entero sobre ellos, os quiero tanto.
El pronóstico era grave, bastante grave, pero mi madre , consciente en todo momento, no dejó que el ánimo decayera nunca.
Siempre tranquila, colaboradora, hacía chistes, levantaba su dedo preferido y hacía todas y cada una de las cosas que mandaban los médicos.
Muy poquito a poco mejoraba, y yo le hacía lo orgullosa que estaba de ella por no tirar la toalla en ningún momento.
No hemos tenido la mejor relación siempre, pero estos días han sido muy importantes para nosotras.
¡¡Nos hemos portado tan bien!!
Como todo mejoraba nos trasladamos a Madrid. Para mí, era necesario un poco de ayuda algunos días me vendrían bien.
Pero ...
Pero todo se complicó en unas pocas horas.
Veo en bucle todo lo que pasó en esos momentos, para terminar de creermelo.
Y entonces me doy cuenta que la mitad de lo que me contó la doctora, no lo recuerdo del todo.
Ese todo era saber que no hay recuperación posible, que el camino se termina en ese momento, que solo debemos esperar a que se vaya , que ya no hay más que hacer , excepto evitar el sufrimiento.
Y así de repente tienes que hacerte a la idea de que tú madre va a fallecer y ya no podrás tenerla nunca más.
Y se fue lentamente, muy tranquila y con sus hijos cada uno a un lado cogiéndola de la mano.
Qué pena, que dolor, que desasosiego.
Pero también que agradecida, querida y acompañada, me he sentido.
He descubierto una faceta más desconocida cómo era de querida , hermanos, primos, amigos y compañeros han sido tantos los que nos han acompañado este maldito mes , que reconforta no estar sola.
Así que, puto octubre, Adiós.
Mamá, te quiero
