Dependencia

Sabes que no es , sabes que no te sienta bien, que no es lo que necesitas aunque piensas que es lo que quieres.

Y te resistes a parar, a dejar, a olvidar. Y eso se enquista. 

No avanza, eso seguro. Pero además va haciendo mella, va dejando una herida que se abre cada vez más y se hace más profunda.

Si no lo haces tú, pero lo hacen otros la herida cierra en falso . 

En otro momento , más adelante otra vez volverás a depender porque no supiste cortar a tiempo antes. 

Es un círculo vicioso en el que solo si tú eres quien lo cortas, la herida cerrará, tarde lo que tarde pero bien, por que fuiste tú quien decidiste.

No lo hicieron por ti.

No dependas de nadie. Ni económicamente, ni físicamente, ni emocionante y si en algún momento sin darte cuenta pasa, toma la decisión pronto. 

Por ti y tu futuro.

Por ti y tu salud. 

Por ti.

Saber que estás

Te siento cerca, te tengo cerca.

Distancia sólo es una palabra. Ni la física importa a veces.

Sentir apoyo, abrazo, cariño y respeto te empuja, te acompaña, te ayuda a seguir.

Estar pendiente, consciente, preparado, abierto, expectante, te pone una sonrisa en la boca, ganas de continuar, feliz de pertenecer.

Buscar tu espacio y encontrarlo junto a ti. 

Ya está, no le des más vueltas.

Así fue, así es , así será. 

Ya que no somos los que determinamos el tiempo, ni el futuro.

Pendientes

Es el nuevo sitio en el que te coloco. 

Me resisto a creer que una conversación entre dos personas pueda crear caos.

Que pongas patas arriba una vida.

Que corte iniciativas, expectativas, cosas nuevas.

Pero así ha sido.

Te has borrado, ya no estás. 

Y yo acepto.

Así que te pongo en el sitio de pendientes. 

De esas cosas que nunca serán.

Que se olvidan pasando un tiempo.

Que después de muchos años vendrá a la cabeza.

Y entonces... 

Pues si sigues en pendientes, pásate a lo mejor nos damos otra oportunidad, o no.

Deberás averiguarlo.

Voluntades

Se que no es, sé que no puede ser, se que es así y punto.

Cero dramas.

Pero mi cuerpo lo hace sólo.

Reacciona automáticamente a tí. 

Es una locura.

No puedo pararlo. 

Por supuesto, no quiero.

Pero no deja de sorprenderme.

Aunque tenga la certeza de la nada, él te piensa, se siente, te anhela. 

Porque hace tiempo que se separó de mí, tiene voluntad propia y te quiere a tí. 

Lo sabes

Si, tú.

Me haces feliz.

Desde el primer momento, desde el primer día.

¿Porqué? Porque sí, porque tocaba, porque a veces pasa.

Da igual cuándo, cómo, dónde y porqué, si encuentras a ese alguien que te haga feliz esté dónde esté, consérvalo.

Y yo te conservo a ti y te busco y te espero y te acompaño y así pasamos la vida,haciéndonos felices.

¡Qué más podría pedir! 

Lo sabes, lo sé.

Sigamos, estemos, disfrutemos ¿De qué? 

De nosotros.

Las cartas

Hoy encontré nuestras cartas, nuestras notas, nuestros mensajes.

Tuve dudas, pero empecé a leer.

El paso del tiempo no ha empequeñecido la historia aunque si lo hizo con recuerdos.

¿Cómo fui capaz de olvidar algunas cosas?

Nos quisimos mucho, más de lo que ninguno de los dos reconoció nunca. 

Nos disfrutamos tanto como quisimos y deseamos.

Nos cuidamos y apoyamos de la forma más natural, esa que sale solo cuando quieres a alguien de verdad tal cual es.

Diferente, intenso, bonito, apasionante, creíble, interminable.

Aprendimos juntos la otra forma de querer, sin explicación pero con convicción.

¡Qué bien estábamos juntos! ¡Qué tranquilidad cuando estábamos separados!

Y así hicimos nuestra historia , única, irrepetible, inolvidable, interminable a pesar del tiempo , de la vida , de la muerte. 

Complicidad infinita, respeto por encima de todo.

Lujuria, perversión, amistad, amor. 

Lo teníamos todo, si.

Y borro

Escribo.

Una palabra, dos. Una frase, dos, tres. 

Borro.

Dejo el móvil en la mesilla sin dejar de mirarlo.

Cojo el libro, abro por la última página que leí ayer. 

Una frase, dos.

No se lo que he leído, no me he enterado concentración cero.

Cojo el móvil. Empiezo a escribir. 

Una palabra, dos. Una frase, dos, tres. 

Borro.

Imposible. Me freno. Apagó el móvil para evitar arrepentirme.

¿Inseguridad, miedo?

Pero, ¿Porqué? 

Yo solo quería darte las buenas noches