jueves, 12 de noviembre de 2020

Carta a la María niña

No quería escribir esta carta, me cuesta mucho, no sé qué podría decirte para hacerte sentir bien, para que veas que todo lo que has hecho o has vivido hasta llegar aquí ha sido por convertirte en una mujer, que a lo mejor no querías por qué no la conocías, pero ahora ya tienes claro qué es la que buscabas.

Toda tu preocupación por los demás no ha sido en vano. Ellos lo necesitaban y a ti te hace sentir bien, muy bien. A lo mejor estar tan pendiente de la gente que te rodea desde tan pequeña no es lo mejor, pero haber sido el apoyo de tu hermano, responsable de tu padre en y el soporte de tu madre en muchos momentos, siempre tiene su recompensa. Dormirás satisfecha y feliz siempre.

No te culpes por estar apartada, sola, no es tan malo y te ha ayudado a superar un montón de cosas, de esas que te avergüenzan tanto, sin pedir ayuda.

Escucha cuándo te dicen que importas y que eres importante, por es verdad, no tardes 40 años en creértelo.

Tus sueños no se cumplen tal y como los anhelabas, pero hay otros que los han sustituido casi perfectamente, porque los has luchado tú.

No eres responsable de las decisiones de los demás, quítate esa losa de encima, si de las tuyas y lo hace muy bien .

Me gusta la persona que te has convertido, por favor quiérete ¡¡vales tanto!!


sábado, 7 de noviembre de 2020

Un puñado de pequeñas cosas

Por ...

Cómo me miran tu ojos , mientras tu manos tocan mi piel.

Los besos húmedos, y tus abrazos fuertes que me sostienen.

Las llamadas, para contar algo o nada.
"Te adoro".
Lo que no pasará, compensa lo que vivimos.
Pensarnos.

Que estás y compartimos 

Los silencios, que dicen mucho más de lo son.
Siempre.
Por nosotros.

Pues por todo eso y más, Te quiero. 

domingo, 1 de noviembre de 2020

Tú ¿Qué das?


Una mano tendida.
Yo me encargo.
Una sonrisa.
Confía en mí.
Una llamada
Te acompaño
Un te quiero.
Noches en vela.
No te preocupes.
Un abrazo.
¿Puedo ayudarte?
Cuenta conmigo.
Estoy.
Un día de risas.
Besos.
Madrugadas.
Canciones.

No lo doy, sale solo cuando quiero bien.


 

sábado, 24 de octubre de 2020

La noche

No quiero cerrar los ojos, no quiero dormir si mañana cuando los abras no estas.

Quédate, ven conmigo, acércate.

Tengo un hueco en mi cama. Apriétate a mi,  que te sienta cerca.

Tu tripa pegada a mi espalda, tu barbilla en mis hombros.

No mires el reloj, el tiempo se ha parado, no van a pasar los segundos si estás cerca de mi. 

Juntos.

Me cuesta mantenerme despierta, no quiero perderme tu olor, tu piel, tus ruidos cuándo estás cerca de mi.

Ya amanece, entra el sol por la ventana y ya no queda tiempo. 

Te dejo ir , porque sé que volverás, por qué confío en tu vuelta.

Hazlo, vuelve y que la noche vuelva a parar el tiempo. 

martes, 20 de octubre de 2020

No quiero irme



No quiero que te vayas, pero no puedo pedirte que te quedes, por si no lo haces.

Pero te gritaría ¡Quédate!

Estaré aquí cuando vuelvas, te espero.

Mientras, el tiempo pasará entre recuerdos, llamadas, conversaciones y fotos.

Una vez, otra vez ...¿Hasta cuándo?  No quiero saberlo.

Ahora, en este momento, siempre nuestro.

Piénsame, suéñame , no me olvides es lo único que quiero.

Y cuándo regreses seremos juntos lo que dure el tiempo.

No miraremos atrás, no miraremos más allá.

Pero no dejes de mirarme nunca.

Nunca dejes de tocarme.

Recuérdeme

Esto es un siempre.


 

lunes, 12 de octubre de 2020

En mi cabeza

Me gustas
Bobo
Tanto
Solo
Locura
Más
Cabeza
Tu
Nosotros
Quiero
Yo
Y más
Siempre
Todo
Nosotros
Locos
Juntos
Ven
Conmigo

Palabras que definen. ¿El qué ? No lo sé
¿ Tú lo sabes? ¿Acaso importa?

Irse a la cama soñándole, con el sonido de su voz en mi cabeza, con el recuerdo de sus manos rozándome la piel, su ojos azules clavados en mi, mirándome tan intensamente.

Añoranza

Sonrío pensándole mientras me meto en la cama apoyando la cabeza en la almohada, cierro los ojos, duermo con él. 

viernes, 9 de octubre de 2020

Decirte adiós

¿ Cómo se prepara uno para un duelo ?
¿ Puedes prepararte ?
Se que va a pasar, lo sabíamos desde el día que nos sentamos y me contaste que tenías cáncer.
Casi un año y medio después, me pegó de frente con la realidad. Puede ser más pronto de lo que quiero.

No habían pasado ni 15 minutos del shock y ya te dije que yo quiera saber todo, y cuándo y que lo dejaras dicho.

Ahora lo pienso y me parece de muy mal gusto, pero me ha evitado tener que decírtelo ahora cuándo todo duele más.

Siempre he sabido que la muerte era una posibilidad cierta, pero no he querido pensarlo, estaba ahí en el rincón de no tocar.

Oírte la voz el otro día me dejó claro que puede estar más cerca de lo que esperábamos.
No te vas a rendir, nadie de los que te rodean y te quieren lo harán, pero es muy duro tener la certeza que va a pasar.

Tengo miedo a no poder despedirme de tí. Tengo miedo a olvidarte, tengo miedo de que me olvides. Tego miedo.

Me agarro a nuestros momentos, muchos muchísimos , que guardo con mimo en mi cabeza, en mi corazón.

Que bonito ha sido tenerte cerca, compartir, aprender de ti y quererte.

Que duro va a ser ésto sin ti