Cierro los ojos para recordarte, para que vengan a mi mente los momentos juntos.
Es tan intenso que por momentos siento tus manos en mi cara acercándome a ti lentamente y besando mis labios con desesperación.
Paras de besarme sin ganas de hacerlo, casi obligado por la necesidad de respirar pero no separas nuestras frentes y no abres los ojos por miedo a que sea un espejismo.
Todo a nuestro alrededor desaparece, el tacto de tus manos recorriendo mi cuerpo vestido parece ansioso por que la ropa desaparezca, sin más.
Conseguir sentarme encima tuya sin separarnos parece misión imposible pero lo hacemos y encajamos perfectamente.
Y en ese momento es cuando paro el mundo, mi mente se queda con ese momento juntos, desnudos, pegados mirándonos desesperados, besándonos boqueando para coger aire, y no perdernos ningún instante.
Guardo ese instante con mimo, con anhelo, con deseo, con esperanza de que vuelva suceder.
Pero eso ya sabemos, tu y yo que no volverá a ser.
Pero y si....
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