domingo, 16 de febrero de 2020

Un domingo

Ya he terminado lo que venía hacer, pero salgo y fuera me siento en uno de los peldaños de la escalera principal , cojo aire y cierro los ojos.

Silencio. El sol me da en la parte derecha de la cara y me calienta muy rápido la mejilla. 

Ahora se oyen de fondo varios pájaros, no soy capaz de distinguirlos, eso no es mi fuerte, pero son 6 distintos por lo menos.

Éste febrero tan poco habitual hace que hoy en la sierra haga una mañana casi primaveral.

Quiero parar el tiempo.

Me gustaría estar aquí con los ojos cerrados escuchando la naturaleza y mis pensamientos hasta que se vaya el sol o más.

 Estoy tan agusto. No hay nada que me apetezca más ahora mismo que ver cómo pasa el tiempo de éste día.

Un poco más. Miro el reloj y calculo que me queda por recoger y el tiempo del viaje de vuelta.
 5 minutos y me voy. No quiero, se está bien. Un poquito más por favor.

...

Me levanto, le doy una vuelta a la casa, todo en su sitio. Me monto en el coche.
Vuelvo a la realidad. 

viernes, 14 de febrero de 2020

Para que te acuerdes de mí


¿Cómo podría olvidarte? ¿Crees que fácil olvidar a alguien que ha marcado tu vida?
Si, has marcado mi vida.
Viste más allá de mí, me dejaste mírame a través de tus ojos. Tu confianza en mí, tu seguridad en mis posibilidades, tu manera de infundirme respeto a mis opiniones y mis actos.
Tú me valoraste y me enseñaste a que yo también lo hiciera.
Creíste en mí y me contagiaste para hacerlo yo también.
Así que sin pensar mucho me vienen todas estas cosas que me hacen acordarme de ti.
Pero… ¿y si me paro a pensar?
Aparecen cada una de nuestras conversaciones, nuestros encuentros, nuestras risas, nuestros días. ¿Ves? Son nuestros, tuyos y míos.
No se olvidan; ni por distancia ni por separación, están ahí siempre lo conservo, forma ya parte de mí. Una parte muy importante de lo soy ahora.
Te recuerdo no te olvido, no podría.
¿Te acordarás tú de mí?