Cuento los días, las horas, los minutos, los segundos.
Esos que me llevarán a ti.
Tus manos, qué me llevarán a la locura.
Tu lengua, dejándome si respiración.
Tú, tú a mi lado, encima, debajo.
No sabía hasta que punto podría echarte de menos.
Esta necesidad de ti, que no se va, aumenta, crece sin poder evitarlo.
Dime qué no es mi imaginación, que algo de esto es mutuo, que no solo yo que he perdido la cabeza.
Que no está solo en mí.
Qué tienes ganas de nosotros.
Dime qué tú también.
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