Es duro sin ti

‎Oigo las primeras notas, cojo aire, e intento no pensar. Pero mi subconsciente va más rápido y mientras mi cuerpo exhala, mi mano sube el volumen y mis ojos dejan caer lágrimas, muchas, demasiadas.

Es inevitable lo intento de veras pero hay tantas canciones que me recuerdan a ti.

Odio estos días en los que no puedo controlar lo que te echo de menos, no por que no quiera echarte de menos, sino por que me doy de golpe con la realidad. No estás y no estarás nunca más y no soporto la idea de vivir sin ti aunque no me queda otra claro.

Y nose si debo o no quejarme, la vida no va mal, pero no hablar contigo, no oír tu voz cuando hablas, cuando cantas, cuando piensas en alto. No tocarte la mano, la cara, abrazarte, se me hace un nudo en la garganta y tengo que hacer verdaderos esfuerzos para seguir adelante.

Me queda toda la vida por contarte, z hacerte participe de ella pero eso es imposible.

A veces pienso que puedo superar tu muerte, pero me miento a mi misma, por que así me resulta más fácil seguir adelante y si parece que funciona. Pero no, jamás podré hacerme a la idea de que no estés a mi lado. Te necesito todos los días de mi vida y creo que no soy la única. 

Me consuela saber que mi mente y mi corazón guardan tus palabras y tu amor inmenso hacia mi que es a lo que me agarro estos días de mierda.

!Cuánto me haces falta!

Otra Vida

Después de 40 minutos de esperando a que se durmiera y tras oír unos cuantos ronquidos, pensó que ya no oiría nada.
Se levantó con mucho cuidado y salió de la habitación. Se detuvo un segundo en la puerta, el silencio de la noche hacia que dudara, no estaba segura de haber oído algo.
Revisó toda la casa, como si en vez de largarse, fuera a irse de vacaciones comprobando que todo quedaba en su sitio.
Nunca pensó que huir era una opción para ella, pero su vida perfecta no encajaba con la felicidad que soñaba.
Trabajo estable, un marido genial, o eso creía, una familia estupenda y unos verdaderos amigos.

No pensó que vivía en una jaula de oro que ella misma había construido y ahora todo era asfixiante.
Nada de lo que antes aceptaba gustosa lo quería ya.
Había tardado en darse cuenta, pero no quería su trabajo, su entorno ni a su pareja y ya no había marcha atrás.
Cerró la puerta y con ella todo lo que le hiciera recordar lo que no quería ser ni tener. Todo al baúl del olvido.
Libertad
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Y la vida cambió

Hace 6 años apareciste en mi vida. Es cierto que te buscamos, te queríamos, o eso pensábamos pero hasta entonces no fuiste realidad.

Entonces nada volvió a ser igual gracias a ti.

Jamás pensé que querer a alguien sería tan maravilloso, y tampoco calculé que ese amor se multiplica por momentos, esos en los que estamos juntos.

Gracias a ti soy mejor, por que quiero ser mejor para ti, por que te lo mereces.

Ahora la vida es más vida, y todos los días me pregunto cómo fui capaz de sobrevivir sin ti, me parece imposible.

¿Y sabes lo mejor ? Que me queda tanto que vivir junto a ti, que todo esto no puede más que seguir mejorando.

Papá y yo te queremos mucho no lo olvides nunca bebé.

Gracias por dejarnos ser tus padres
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Distancia, tiempo, espera

No tenía especial intención de aislarme, pero poco a poco y a lo largo de los días he ido aumentando la distancia que me separa de cosas y personas que antes formaban parte de mi mundo.
Al principio con el dolor, la rabia y en momentos odio, es fácil. Vas tomando distancia sin darte cuenta.
Luego sientes algo de nostalgia, te das cuenta que no todo es tan grave y tiendes a minimizar daños, entonces es cuando añoras el contacto y hasta te planteas por que hubo esa distancia.
Y si todo sigue igual, llegarà el momento que desde la distancia queden recuerdos, pero probablemente solo los buenos que es los que nos hace avanzar como personasm
Pero claro no todo siempre sale bien, y entonces en ese ultimo paso también puede pasar que recibas, datos, sensaciones, hecho, que te hagan plantearte que la distancia que pensaste en algún no era del todo buena, la ves como una Bendición y te das cuenta de que gracias a ella, las cosas malas duelen menos, aunque te queda la sensación de lo gilipollas que fuiste por tener esperanza en la solución y mejora.
Y a pesar de todo espero, siempre esperaré por que en el fondo es lo que siento y duermo más tranquila.
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Preguntas

Qué difícil es salir airoso de una tarde preguntona.

 

Vamos que ayer A. tenía muchas preguntas que hacer y quería respuestas, respuestas de verdad.

Tiene 7 años pero es listo, inteligente y cuando pregunta quiere sinceridad, y al poder ser la versión más real. ¿Por que digo esto? por que a él no se le olvidan así como así las preguntas que hace y mucho menos las respuestas. Vamos que la primera vez que pregunto por su color de piel no le conté toda "su historia" como tal, tenía 3 años, pero la base es la misma con añadidos a su edad, y os puedo asegurar que la base sigue teniendo las mismas palabras de entonces, por que si te desvías del guión , te lo recuerda.

Sabe mucho por que lo ha preguntado todo, y es su derecho y mi obligación como madre o así lo creo realmente.

 

Pero hay días en los que contestarle es un verdadero trabajo de contención de sentimientos, que no de respuestas, por que las tuvo todas. Y ayer fue un día de esos.

 

Estaba realmente triste por que alguien le dijo que sus padres biológicos le dejaron por que eran pobres, por que se preguntó entonces quienes eran sus verdaderos padres y así me lo preguntó. Por que hay días en los que no le gusta ser diferente, quiere ser blanco, no quiere destacar, no quiere que nadie le pregunte por su parche, no quiere que nadie sepa su historia, no quiere ser juzgado.

 

Y yo entiendo que se sienta así, pero no siento lo mismo que él por que yo no soy como él y eso también duele.

Sólo espero que estar a su lado, siempre que el me lo pida y cuando no también, por que para eso soy su madre con todas las consecuencias.

 

Y hablas con el, y le miras y le levantas la cara que lleva un buen rato mirando al suelo, Y entonces el te dice: ya lo se mamá, tu siempre me has dicho que me quieres siempre, hasta cuando me enfado, entonces mis verdaderos papas, son mis papas.

 

 Y así nos quedamos hasta la próxima tarde de preguntas.

 

ELLOS

La sensación de que mejor que aquí, en ningún sitio.
Que solo con ellos te basta.
Que cuando buscas una mano la tienes.
Que no hace falta pedir abrazos se dan.
Cuando son muchas las veces que oyes te quiero.
Cuando buscas su piel para besarla de mil maneras.
Y echas la vista atrás y ves lo ganado.
Y sueñas con mejorar y no conformarte.
Deseas que te miren como solo ellos lo hacen.
Esperas su palabras que hacen milagros en tu estado de ánimo.
Y sonríes cuando no te ven y les observas.
Saber que juntos sois la maquina perfecta.
Tener la certeza que nadie podrà hacerte sentir asi... De bien
Y piensas ¿como pude vivir sola antes?


Por que les esperaba.



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Maria

Ese Día

No iba a ser el mejor de los días, eso lo intuía, bueno más bien lo sabia. En cuanto puso el pie en el suelo por la mañana supo que algo no iba bien.

 

Odiaba sus corazonadas, por que por mucho que lo esquivase, o ignorase no servía de nada. La experiencia es un grado dicen y siempre terminaba pasando algo.

 

A media mañana, la angustia se agarró a su estomago, no era capaz de identificar si alguna vez había sentido algo parecido. Pero no, nada se asemejaba a esta sensación asfixiante.

 

Le costaba respirar, no era capaz de tragar con normalidad, dentro de su pecho sentía que el corazón no latía de forma normal, acompasada; no sabría decir cual era su ritmo, pero algo le decía que no era el de siempre.

 

La sensación de agobio iba aumentando por momentos. Su traquea parecía que tenia un aro de goma que se iba cerrando por momentos dejando tan poco espacio para el aire que se sentía mareada.

 

Cerró los ojos y pensó en como su cuerpo y su mente se había revelado contra ella y la estaban haciendo pasar este infierno.  Pero no, no encontraba nada que justificara esa sensación de desazón, pánico, intranquilidad que se estaba apoderando de su ser poco a poco.

 

Se obligó a respirar. Abría la boca y cogía todo el aire que sus pulmones le permitían y casi dolía sentir como se adentraba. Era fresco muy fresco, y doloroso, se estremecía el resto del cuerpo a su paso.

 

Un escalofrío intenso le cruzo por la espalda dejándola, fría, sudorosa, temblando.

 

Necesitaba controlar la situación, pero se le iba de las manos por momentos, y no era capaz de pedir ayuda; ¿cómo? ¿A quién? No, no podía.

 

¿Y si dejo que pase? Se preguntaba pensando que así ignorándolo y pasaría o no pero no podía controlar que estaba pasando y…

 

Todo se puso negro