jueves, 19 de marzo de 2015

Seis meses


Hace poco más de un año, en el sofá José y yo comentábamos los últimos días de los cursos de acogimiento, y con ello, que deberíamos estar preparados para el fin de la tranquilidad. ¿Por qué? Pues por que A grande siempre ha sido muy tranquilo, después de pasada su época de rabietas; y ahora se respiraba serenidad y silencio en casa, por lo que era previsible que si llega un nuevo peque a casa la cosa cambiaría. Y estábamos deseando "complicarnos" la vida de esa manera.
Y claro que lo hizo, la adaptación fue muy dura, no por A pequeña, que es un niño bueno y cariñoso, si no por que la entrada de un nuevo miembro a la familia ya formada, suponen cambios, por nuestra parte y por supuesto por la del recién llegado, que el pobre sin comerlo y sin beberlo se ve metido en una familia que él no conoce, que él no ha elegido y encima no sabe por qué.
Entonces los primeros meses, de esto va a hacer seis, fueron todo lo contrario a la tranquilidad acostumbrada.
A pequeña venia sin normas, comía bastante mal, solía dormir acompañado y con muchas pesadillas, la palabra no, ni la conocía, ni sabia lo que significaba, ni le interesaba, cosa normal con 3 años por otra parte si no hay referencias.
Poco a poco las normas fueron algo fácil de seguir, con bastante más esfuerzo consiguió comer casi de todo y sin fiesta diaria, ya me entendéis. Lo de dormir costo un poquito más, los miedos son irracionales y cada uno necesita su tiempo, pero ahora es un niño grande de 4 años que duerme solito y del tirón. Y aprendimos a frustrarnos con los noes y a seguir adelante con una sonrisa. Todo en tiempo record.
Y ahora, hoy , el día del padre en casa se respira tranquilidad, cada uno tiene su sitio, disfruta de su espacio solo o en compañía del resto de la familia, todo funciona. Hay días malos, pero de cada uno de nosotros como en tooodas las familias y hay tantos días buenos, que estoy convencida que haber decidido formar parte del mundo del acogimiento familiar es una de las mejores decisiones que hemos tomado nunca. 

lunes, 9 de marzo de 2015

Un mal día. ¿No os ha pasado nunca?

Lo malo de conocerse tanto, es que en días como hoy sabes que acabarás mal o muy mal, si, no hay término medio. 

Llevo días rara, "impertinente", que dicen mis amigas del norte, no hay nada realmente malo a tu alrededor, pero tienes la sensación que el mundo, los Astros, Dios, o quien tu mente imagine, cuando miras al cielo está en contra tuya. Y así me había levantado yo...

 

Como soy una persona que vivo en familia no puedes aislarte así como así, decidí pasar mi mal día, en modo "ameba", a saber, intentar pasar lo más inadvertida posible pero con niños, marido y en fin de semana complicado pero yo me lo habría propuesto, a cabezona no me gana nadie y oye iba a conseguirlo.

 

Los buenos días de rigor, por eso de no ser maleducada, desayunos, lavadoras; que maravillosos son los domingos, comidas para la semana. Todo transcurría bastante bien a pesar de mi cara, que según la mirada de mis chicos muy buena no sería, hasta nos fuimos a dar una vuelta con amigos y una cervecita pensando que lo peor había pasado. Pero no.

 

Tengo tendencia a acumular pensamientos dañinos, frases inacabadas y conatos de cabreo, y como eso de guardar sin necesidad no está bien, porque por la tontería más grande del mundo, hoy era un trozo de pan, si, un trozo de pan, intentas volver a acumular y terminas estallando, una pena, pero empiezas y no puedes parar.

 

Que si estoy de muy mal humor, ¡Que! ¿no ves que llevo todo el día evitándote para no tener una bronca?¡Que! ¿por qué no preguntas antes de hacer las cosas? Que no me soporto ni yo, así que vete antes de que diga una inconveniencia. y para rematar suelto,... Que estoy harta de esta mierda de vida que tengo.

 

Y después de soltar esa bomba yo me quedo tan a gusto solo por dos segundos no creáis que dura más el alivio, pero la cara de la otra persona es de, ¡madre mía! ¿tan malo es todo lo que vivimos juntos?.. Y no, no es tan malo, pero hoy todo es malo a mí alrededor.

 

Mientras mirando al suelo pienso que la he cagado pero bien, oigo la puerta y se ha ido. Normal, si a mí me chillan así también lo haría ¿no? Pero en menos de un minuto mientras pienso como arreglar el estropicio suena de nuevo la puerta y ahí esta él con cara de circunstancias e intentando hablar para culparse de todos nuestros males, de todos mis males.

 

Pero no puedo dejar que lo haga, ains si yo solo necesito estar con él más tiempo, tengo dependencia, siempre la he tenido. Si él está a mi lado yo puedo con todo, pero claro, no puede estar conmigo ¡Toooodooo! el día, tiene un trabajo, una empresa, una responsabilidad y yo lo que tengo es un mono de él que no me tengo pero que con la edad que tengo debería superar pero oyes, me cuesta ¡eh!

 

Entonces me mira y le digo exactamente eso, que cuando no está cerca de mi todo es más difícil, que me faltan horas al día para estar con él, que sé que no debo pedírselo porque es muy egoísta por mi parte pero lo quiero todo para mí, todo el día. Y ahora es cuando entiendo a mi padre cuando decía, no quiero que crezcáis, os tendría en una vitrina encima del piano para teneros siempre conmigo. Lo del piano debe ser algún trauma infantil, en casa nunca hubo piano.

 

Y aunque el día se presentaba muy muy duro y difícil, explotando tal y como intuía nada más levantarme también conseguí saber lo que me pasaba, y decirlo en alto terminó por poner en su sitio un domingo que se preveía negro en uno de  familia junta, pegadita a él.

Te quiero amor, qué paciencia tienes.



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Maria


lunes, 26 de enero de 2015

Y la vida cambia


Hace poco más de cuatro meses me dirigí a servicios sociales a buscar a un menor que necesitaba una familia de acogida.Llevábamos 2 días en casa esperando por él pero finalmente fui yo a recogerlo.

Me metí en una sala con un técnico, un niño de 3 años con muchos rizos y un montón de juguetes. Y ahí de alguna manera que no sabría explicar conseguí "metermelo" en el bolsillo diciéndole que en mi casa había Muuuucho coches para que el jugará. Bajamos a mi coche y nos fuimos.



Desde ese día mi vida, nuestra vida, ha dado un giro total no sólo lo típico, uno más, de tres a cuatro, que se nota más de lo que parece. A. ha conseguido superar muchos de sus miedos, se ha amoldando a esta familia, hemos aprendido a escuchar, a observar, a acompañar y a dar cariño incondicional a un pequeño que no entiende que es esto.



Por que tiene dos familias, por que solo de vez en cuando puede ver a su mamá, por que el no puede decidir sobre su futuro, por que ésta madre pesada de prestado le hace comer cosas, que ahora le gustan, y por que le quiere sin más, por qué el no puede decidir, ni seguir haciendo lo lleva haciendo casi 4 años.

Es un campeón que lucha día a día por "sobrevivir" a esta nueva vida impuesta, que ha conseguido robarnos el corazón, y que siempre tiene un beso, en abrazo un te quiero para nosotros.

Hay días duros, hay días malos, y hay días peores. Pero... hay taaanto bueno en el y en nuestra vida juntos, que repetiría una no, mil veces.

Gracias petardito por ser como eres.

Te Queremos



viernes, 23 de enero de 2015

CONTROLANDO IMPULSOS

Si, yo. 


Puede parecer fácil pero para una persona que se expone y que le gusta exponerse , ponerse un puntito en la boca a veces es muy difícil.

 

Pero oye, ya soy mayorcita y como decía mi padre "en esta vida lo mas difícil es ser coherente" pues claro cuando tomas decisiones hay que tomarlas con todas las consecuencias.

¿Que es duro decidir? SI,  ¿pero que es más duro y doloroso no hacerlo? TAMBIÉN.

 

Pero cuando tomas una decisión hay que saber que dolerá, que será difícil en ocasiones, pero a la larga te libera de algo que no te pertenece a ti, y cuando llegas a ese punto puedes decir, que aunque doliera hiciste tan bien.

 

Y este tiempo llega en el que te das cuenta que por qué tardaste tanto en decidierte. Y tu mismo te contestas, por miedo, esperanza… pero algo que tiene el miedo a lo que sea de fondo no es bueno.

 

Ahora mi decisión decide por mi, por que me tome mi tiempo para hacerla "ley" y me he liberado, y se lo que hacer cuando algo no me gusta o me incomoda. Ahora no hay miedo, hay tristeza o pena quizás, pero también se pasa.

 

Estoy orgullosa de mí, muucho (¡cómo me quiero!).

 

Feliz finde QUERIDOS 


jueves, 11 de septiembre de 2014

Empezamos algo nuevo

   Todo crees que se repite, por que los procesos se parecen, pero no. 
Acoger no es adoptar.
Pero tampoco somos los mismos que hace 8 años.
Ayer me llamaron igual que la primera vez pero ahora era para explicarme cómo es el menor que necesita una famila, no para decirme que el juicio era positivo y ya era madre.
Pero las sensaciones fueron más intensas si cabe. 
A, Llega a nosotros con necesidad de una familia que le cuide, le proteja, le mime, le quiera y le prepare para que su familia le recupere. Y nuestra familia ahora, esta en ese momento en que creemos y así lo creen también los técnicos, estamos preparados para ser familia de acogida.
Mientras que la técnico me contaba su historia, yo temblaba de emoción de miedo, de responsabilidad, por que mientras A esté en casa será uno más de esta maravillosa familia que tengo y podrá disfrutar de ella y nosotros de él.
Todo esto no sería posible si fuéramos padres bios de algún niño por que jamás me lo hubiera planteado, o si, quien sabe; pero el camino de la adopción desconocido para nosotros en esos años, me ha abierto la puerta a otras formas diferentes de ser madre, primero adoptiva y segunda de acogida, me siento afortunada por haber podido tener esas experiencias, que me han hecho una persona rica en amistades, en experiencias, y en amor, todo el que he recibido y sigo recibiendo de los que me quieren y que yo intento traspasar a mis chicos y les llega les aseguro.
Ya queda poco, en una semana seremos 4 en casa hasta nueva orden.




viernes, 22 de agosto de 2014

Es duro sin ti

‎Oigo las primeras notas, cojo aire, e intento no pensar. Pero mi subconsciente va más rápido y mientras mi cuerpo exhala, mi mano sube el volumen y mis ojos dejan caer lágrimas, muchas, demasiadas.
Es inevitable lo intento de veras pero hay tantas canciones que me recuerdan a ti.
Odio estos días en los que no puedo controlar lo que te echo de menos, no por que no quiera echarte de menos, sino por que me doy de golpe con la realidad. No estás y no estarás nunca más y no soporto la idea de vivir sin ti aunque no me queda otra claro.
Y nose si debo o no quejarme, la vida no va mal, pero no hablar contigo, no oír tu voz cuando hablas, cuando cantas, cuando piensas en alto. No tocarte la mano, la cara, abrazarte, se me hace un nudo en la garganta y tengo que hacer verdaderos esfuerzos para seguir adelante.
Me queda toda la vida por contarte, z hacerte participe de ella pero eso es imposible.
A veces pienso que puedo superar tu muerte, pero me miento a mi misma, por que así me resulta más fácil seguir adelante y si parece que funciona. Pero no, jamás podré hacerme a la idea de que no estés a mi lado. Te necesito todos los días de mi vida y creo que no soy la única. 
Me consuela saber que mi mente y mi corazón guardan tus palabras y tu amor inmenso hacia mi que es a lo que me agarro estos días de mierda.
!Cuánto me haces falta!


miércoles, 6 de agosto de 2014

Otra Vida

Después de 40 minutos de esperando a que se durmiera y tras oír unos cuantos ronquidos, pensó que ya no oiría nada.
Se levantó con mucho cuidado y salió de la habitación. Se detuvo un segundo en la puerta, el silencio de la noche hacia que dudara, no estaba segura de haber oído algo.
Revisó toda la casa, como si en vez de largarse, fuera a irse de vacaciones comprobando que todo quedaba en su sitio.
Nunca pensó que huir era una opción para ella, pero su vida perfecta no encajaba con la felicidad que soñaba.
Trabajo estable, un marido genial, o eso creía, una familia estupenda y unos verdaderos amigos.

No pensó que vivía en una jaula de oro que ella misma había construido y ahora todo era asfixiante.
Nada de lo que antes aceptaba gustosa lo quería ya.
Había tardado en darse cuenta, pero no quería su trabajo, su entorno ni a su pareja y ya no había marcha atrás.
Cerró la puerta y con ella todo lo que le hiciera recordar lo que no quería ser ni tener. Todo al baúl del olvido.
Libertad
BlackBerry de movistar, allí donde estés está tu oficin@