viernes, 22 de mayo de 2015
ELLA
miércoles, 15 de abril de 2015
Predicar con el ejemplo
Es muy difícil lo se, pero por que ni siquiera nos planteamos intentarlo.
Hoy estoy quemada, como "coceto" general.
De verdad ,se nos llena la boca hablando de más , criticando y poniendo en duda la forma de actuar de los demás, pero muchas veces, no nos damos cuenta de que hacemos exactamente lo mismo, más veces de las que nos gustaría si nos viéramos desde fuera.
Educamos o queremos educar a nuestros hijos en el respeto, la tolerancia y otros muchos valores, que machacamos sin darnos cuenta unas cuantas veces al día. Que conste que yo lo he hecho y a veces me sigue pasando, pero al ser consiente de que cometo errores intento no repetirlos, por que es muy difícil pedirle a los peques que no griten y a los dos minutos decirles tu a gritos que recojan la habitación que tenemos prisa, o cualquier otra cosa; y perdonad pero no somos perfectos y lo hacemos aunque no nos guste.
Pero ya cuando encima, gracias a las maravillosas redes sociales a las que yo personalmente acudo a diario y lo sabéis todos, algunos ponen todo su malestar, por decirlo suave, en cosas criticables o no desde mi punto de vista , que no tiene por que ser el bueno, pero que luego ellos repiten como si nada , ya me toca las narices.
No quiero lecciones yo no las doy, como mucho a mis amigos y si hay confianza suficiente opiniones y de vez en cuando discusiones muy constructivas, por cierto.
De verdad un poco de sentido común antes de abrir la boca y repito soy la primera que tropiezo pero no por eso voy a dejar de intentar dejar de tropezar.
EA! Que ya me he desahogado por hoy.
jueves, 26 de marzo de 2015
Silencio
-No me mires así. Si no eres capaz de de mantener la boca cerrada, sal de la habitación.
-No quiero irme, estaré callada te lo prometo. Silencio. -¿Es necesario que te vayas ahora? Yo sola no puedo. Silencio ¿Nos vas a contestarme? ¡Sonia! Te estoy hablando
-Si no consigo que tú estés callada, lo estaré yo. Silencio Hoy no quiero discutir.
-Siempre consigues salirte con la tuya ¿Verdad? Silencio Silencio -¿Por que me haces esto?
-No te equivoques, te lo haces tú. Eres tú la que no se respeta, ni a si misma ni a los demás. Silencio ¿Te has parado a pensar un segundo, que la que se va soy yo?
-¿Ves? Crees que todo en esta vida gira a tu alrededor. Silencio No puedes decirme que yo soy la culpable. Te vas, tú me abandonas.
-Ja,ja ja. ¿Abandonarte yo a ti? Hubo una época en la que pensé que no sería capaz de vivir sin ti, y un numerito de esto me hubiera echado para atrás, pero no, ya no. Silencio Ni tus chantajes harán que cambie de opinión.
Silencio -No piensas decirme nada, quiero una explicación, ¡¡¡¡te lo exijo!!! Silencio ¡Vamos! Di algo.
Silencio -Te quise, Te querré, te quiero, pero no a la persona que tengo hoy, ahora en frente, no; A esa no la reconozco. Adiós
Silencio
martes, 24 de marzo de 2015
Hoy, esto es lo que toca
jueves, 19 de marzo de 2015
Seis meses
lunes, 9 de marzo de 2015
Un mal día. ¿No os ha pasado nunca?
Lo malo de conocerse tanto, es que en días como hoy sabes que acabarás mal o muy mal, si, no hay término medio.
Llevo días rara, "impertinente", que dicen mis amigas del norte, no hay nada realmente malo a tu alrededor, pero tienes la sensación que el mundo, los Astros, Dios, o quien tu mente imagine, cuando miras al cielo está en contra tuya. Y así me había levantado yo...
Como soy una persona que vivo en familia no puedes aislarte así como así, decidí pasar mi mal día, en modo "ameba", a saber, intentar pasar lo más inadvertida posible pero con niños, marido y en fin de semana complicado pero yo me lo habría propuesto, a cabezona no me gana nadie y oye iba a conseguirlo.
Los buenos días de rigor, por eso de no ser maleducada, desayunos, lavadoras; que maravillosos son los domingos, comidas para la semana. Todo transcurría bastante bien a pesar de mi cara, que según la mirada de mis chicos muy buena no sería, hasta nos fuimos a dar una vuelta con amigos y una cervecita pensando que lo peor había pasado. Pero no.
Tengo tendencia a acumular pensamientos dañinos, frases inacabadas y conatos de cabreo, y como eso de guardar sin necesidad no está bien, porque por la tontería más grande del mundo, hoy era un trozo de pan, si, un trozo de pan, intentas volver a acumular y terminas estallando, una pena, pero empiezas y no puedes parar.
Que si estoy de muy mal humor, ¡Que! ¿no ves que llevo todo el día evitándote para no tener una bronca?¡Que! ¿por qué no preguntas antes de hacer las cosas? Que no me soporto ni yo, así que vete antes de que diga una inconveniencia. y para rematar suelto,... Que estoy harta de esta mierda de vida que tengo.
Y después de soltar esa bomba yo me quedo tan a gusto solo por dos segundos no creáis que dura más el alivio, pero la cara de la otra persona es de, ¡madre mía! ¿tan malo es todo lo que vivimos juntos?.. Y no, no es tan malo, pero hoy todo es malo a mí alrededor.
Mientras mirando al suelo pienso que la he cagado pero bien, oigo la puerta y se ha ido. Normal, si a mí me chillan así también lo haría ¿no? Pero en menos de un minuto mientras pienso como arreglar el estropicio suena de nuevo la puerta y ahí esta él con cara de circunstancias e intentando hablar para culparse de todos nuestros males, de todos mis males.
Pero no puedo dejar que lo haga, ains si yo solo necesito estar con él más tiempo, tengo dependencia, siempre la he tenido. Si él está a mi lado yo puedo con todo, pero claro, no puede estar conmigo ¡Toooodooo! el día, tiene un trabajo, una empresa, una responsabilidad y yo lo que tengo es un mono de él que no me tengo pero que con la edad que tengo debería superar pero oyes, me cuesta ¡eh!
Entonces me mira y le digo exactamente eso, que cuando no está cerca de mi todo es más difícil, que me faltan horas al día para estar con él, que sé que no debo pedírselo porque es muy egoísta por mi parte pero lo quiero todo para mí, todo el día. Y ahora es cuando entiendo a mi padre cuando decía, no quiero que crezcáis, os tendría en una vitrina encima del piano para teneros siempre conmigo. Lo del piano debe ser algún trauma infantil, en casa nunca hubo piano.
Y aunque el día se presentaba muy muy duro y difícil, explotando tal y como intuía nada más levantarme también conseguí saber lo que me pasaba, y decirlo en alto terminó por poner en su sitio un domingo que se preveía negro en uno de familia junta, pegadita a él.
Te quiero amor, qué paciencia tienes.
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Maria