Querer salir corriendo y lo contrario cada dos segundos.
Un vuelco en el estómago cuándo se reconocen entre la gente, en la distancia.
La primera vez delante uno del otro.
La piel erizada por sentir sus miradas intensas.
El roce de las manos al andar tan tan juntos.
El silencio durante el camino mientras no dejaban de mirarse.
Necesidad que asoma en sus caras.
El beso deseado, a oscuras en el coche.
Descubrirse en una larga conversación de nada y de todo.
Entrar en el ascensor, agarrarse y juntarse tanto que no hay espacio entre ellos.
Cuándo entraron juntos en la habitación y el tiempo se detuvo completamente.
No podrían decir cuánto tiempo pasaron juntos, ¿minutos, horas?
Sus recuerdos son intensos como sus vivencias.
Ningún parecido con alguna otra experiencia vivida. ¿Por qué? No sabrían contestar.
Pero el tiempo se acaba y el suyo también.
La despedida es extraña.
Se sonríen, se besan, silencio, se besan.
Adiós.