Lo intuía, sabía que podía pasar.
Pero no era consciente de cuán real sería.
Le quería para si, siempre lo dijo a quien quisiera escuchar, nunca quiso compartir.
Sabía que es una actitud poco popular. Y no eran de celos, no. Era de atención, dedicación, pensamiento, acción.
Volcarse con alguien, que sea tu centro, tu objetivo, tu guía.
Eso es entregarse a alguien, quererle con toda la amplitud de la palabra y su significado, que jamás es excluyente de nada ni nadie, pero si exigente.
Pero requiere una entrega que no todo el mundo es capaz de dar y en el caso que lo fuera, de saber hacerlo.
Y entonces la frustración hace aparición, por qué al dar se espera lo mismo. Pero no todo el mundo es igual.
No se quiere , desea, da o espera de la misma ahí está la factura, ahí empieza.
El agujero lo agranda el tiempo si no se para, se parchea, o cierra.
Echando las vista atrás y lamenta el por qué , aquello que no esperaba ha llegado, se ha instalado y ya no va a irse.
Y aun así , sigue habiendo amor.
Pero no era consciente de cuán real sería.
Le quería para si, siempre lo dijo a quien quisiera escuchar, nunca quiso compartir.
Sabía que es una actitud poco popular. Y no eran de celos, no. Era de atención, dedicación, pensamiento, acción.
Volcarse con alguien, que sea tu centro, tu objetivo, tu guía.
Eso es entregarse a alguien, quererle con toda la amplitud de la palabra y su significado, que jamás es excluyente de nada ni nadie, pero si exigente.
Pero requiere una entrega que no todo el mundo es capaz de dar y en el caso que lo fuera, de saber hacerlo.
Y entonces la frustración hace aparición, por qué al dar se espera lo mismo. Pero no todo el mundo es igual.
No se quiere , desea, da o espera de la misma ahí está la factura, ahí empieza.
El agujero lo agranda el tiempo si no se para, se parchea, o cierra.
Echando las vista atrás y lamenta el por qué , aquello que no esperaba ha llegado, se ha instalado y ya no va a irse.
Y aun así , sigue habiendo amor.