No se puede tener todo. O eso te dicen siempre.
Pero también que no te conformes, que consigas lo que quieres, que luches por ellos.
Mensajes contradictorios.
¿Y tú qué eres entonces ? ¿Eres un imposible? ¿No te puedo tener?
O decido que te persigo por que te quiero y lucho por ti.
¡ Qué hago !
Tú en todas las formas y maneras estás en mi cabeza. Te deseo, te añoro, te sueño.
¿Donde está el límite de mi locura por ti? ¿Lo tengo?
A veces pienso, que se nos pasará, otras que creo que ya no podría pasar sin ti.
Y entre esos pensamientos se cuelan las infinitas ganas de tenerte muy pegado a mí, tanto que no quepa ni el aire entre nosotros, de besarte desesperada por haberme perdido todos los que no te he dado por no haberte conocido antes.
Así que sigo dándole vueltas, y gana el seguir por tí a por un ¿Nosotros? Quizás...
¿Y tú?
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