jueves, 26 de julio de 2018

Como decir...

Aquí ando dándole le vueltas a escribirte o no.

Si debo hacerlo o si lo olvido.

Si quiero que quede constancia de lo importante que eres para mí.

Que cuándo estoy contigo desaparece el mundo. Todo lo bueno y lo malo.

Solo hay ... Solo digo, ja. Hay tranquilidad, silencio, confianza, amor, respeto, complicidad, paz, sonrisas, pasión, esperanza y así seguiría eternamente.

Pero no lo hago, no quiero que nuestro acuerdo no firmado se haga añicos.

Quiero mantenerlo así, sin tiempo, sin horas, sin fecha, sin reproches, sin compromiso, pero con caducidad.

Qué difícil es decir te echo de menos.

domingo, 1 de julio de 2018

Nuestras horas

- Perdona,  me entretuve recogiendo el correo. 

Entró decidida en en salón acercándose y dandole un beso ligero en los labios. Como hacía cada vez que se veían en esas circunstancias. 
Ella dejo sus cosas en el banco de la entrada y abriendo el bolso saco su móvil y en tabaco para dejarlo en en salón. 

- Bueno y ¿ has currado mucho? Le preguntó mientras se disponía a preparar su vaso de culo ancho lleno de hielo,  para mas tarde echar el whisky que se beberían a sorbitos compartiendo.

Era todo como ritual premeditado.

Ella se iba desnudando mientras le contaba los chismes del día,  él la miraba atento a todos sus movimientos.

Mas tarde sentados en el sofá con las piernas entrelazadas hablando de cosas sin importancia y fumando un par de cigarrillos,  Era su rutina esporádica y a ella se ceñían y se aferraban.

La conversación se tornaba por momentos mas intensa  o picante dependiendo de sus estados de ánimo,  de sus ganas de implicarse o dejarse llevar.

Y entonces es cuándo todo empezaba.  

Ese lapso de tiempo en el que solo existían ellos.  Sus cuerpos desnudos,  sus lenguas enlazadas,  manos inquietas y la piel pegada para aprovechar cada segundo de contacto. 

Todo era dicho por sus ojos,  que no se permitían cerrar,  para poder saber que no era un sueño.  Las miradas eran tan intensas que quemaban y a ratos dolían.
Estaban compenetrados, ansiosos por disfrutar sus cuerpos, como nadie mas sabía hacerlo. 

La temperatura subia y subia,  les faltaba el aire, boqueaban con sus labios unidos intentando robarse el aire mutuamente.
Las manos tenían vida propia explorando cada centímetro de piel,  como si no la conocieran,  como si quisieran dejarla grabada para siempre en su memoria por si no había proxima vez. 

El silencio roto por sus gemidos, sus frases a medias y el choque de sus cuerpos. Lo hacian sin descanso,  por miedo a que sus momento terminase,  ese momento que  esperaban con desesperación cada una o dos semanas.

Disfrutaban de sus fantasías juntos,  reían,  se retaban de vez en cuando se medían,  era su peculiar manera de dejarle claro al otro lo importante que era sin reconocerlo.

Pero el tiempo juntos tenia duración determinada. 

-Sácame una toalla anda.  Y con aire despreocupado en ambos empezaba de nuevo su otro ritual, el de despedida. 

Depués de tanto tiempo a veces era difícil separar tanta intensidad con una mera transacción y se cruzaban rozandose,  se hacían pequeñas confidencias,  mantenían conversaciones como si de una relación se tratase. 

Ya habia terminado de vestirse y estaba casi en la puerta. 
- ¿Llevas todo? .
- Si,  todo,  lo he codigo de encima de la mesa.

Y así terminaba otra vez la mejor historia de amor,  sexo y amistad de sus vidas,  esa que no se atrevían a sacar fuera de esas cuatro paredes. 

Vergüenza,  el qué diran,  responsabilidad.

Horas....Esa que les hacía tan infelices cuándo se cerraba la puerta.




sábado, 23 de junio de 2018

Lo de ser madre

Hace diez años fui "físicamente" madre por primera vez.  Te conocí.  Vi por primera vez tu cara,  tus ojos,  tu cuerpo rechonchito.
Un mes antes fui madre legalmente en tu pais,  un mes después legalmente aquí.

Tengo muchos recuerdos confusos de los primeros meses,  pasar de familia de 2 a familia de tres.  Responsabilidad,  empatía,  cariño.
Muchas horas dedicadas a conocerte,  a observarte,  a atenderte, aprender a vivir juntos.

Poco a poco el miedo inicial,  las espectativas,  los anhelos,  los sueños fueron tomando forma,  tú.

Yo intuía que te quería,  estaba segura,  pero no sabía expresarlo,  explicarlo darle significado.

Pero un día  ¡ay! . Mientras que las enfermeras, con mucho cuidado la verdad, se disponían a hacerte un análisis de sangre,  me miraste lloroso,  desesperado y dijiste mamá con tus brazos estendidos hacía mi.
Ahí  creí morir.  Mi niño,  mi hijo.  En ese justo momento fui realmente consiente de que era madre , tu madre y todo tomó sentido. 

Aún después de diez años no podría explicarte bien todo lo bueno,  lo malo y lo maravilloso que sentí en ese momento.
Lo bueno de saber que me reconocias como tu madre.
Lo malo de ser conciente que todo lo pasara en tu vida lo iba a vivir cómo propio.
Lo maravilloso de saber que ibas a ser la persona mas importante de mi vida y a la que más quiero y querré.

Ser madre contigo es lo mejor que he hecho en la vida. Te quiero

jueves, 12 de abril de 2018

Eres tú


Y me gustaría colarme en tus pensamientos, y quitarte esa carga que pareces llevar encima.

Da igual el tipo de carga yo me encargo. Necesito verte sonreír, que tu ánimo mejore, que te lo creas.

Que sepas que eres importante , pero no solo para mi, también para los tuyos, por que te has hecho imprescindibles en su vida.

No eres consciente de tus capacidades, de lo que haces sentir a las personas que te rodean , queridas, respaldadas que forman parte de algo contigo.

Para un momento.

Ponte frente al espejo.

Mira con atención.

Necesito que veas lo que yo veo.

Una persona irrepetible a la que me gustaría tener siempre cerca, con la que compartir vivencias, conversaciones, vino…

¿No lo ves?

Pues no dejaré que dejes de mirarte hasta que lo veas, no, es lo único que te falta creerte lo que vales.
Aquí estoy para acompañarte, para llevarte de la mano. Confía

martes, 27 de marzo de 2018

Y salí de tí

Y aunque lo pensaba increíble...

Ya no te necesito
Mi mente está libre de tí 
Ya no tiemblo recordándote
Ya no sueño con nuestra vida imposible
Me miro al espejo y me veo. 

Y después de haber penado por perderte,  por aprender a olvidarte , me doy cuenta que lo mismo no fue para tanto.  

Tal vez de di mas confianza de la que merecías,  te deje invadir mi mente,  mi cabeza mi cuerpo sin ponerte apenas oposición y pagué cara las consecuencias. 

Y por fin llega alguien que te abre los ojos, que confía en ti,  te acompaña y ayuda a salir del pozo en el que me caí por quererte desesperadamente .

Y pasa el tiempo y ya no deseo tus besos,  ya no tiemblo pensando en tus caricias en mi piel,  ya estoy.

Me curé. 

viernes, 23 de marzo de 2018

Que pase pronto.

No he parado de llorar desde que me he levantado. Por nada. Por todo.
Cuando no puedes controlarlo , cuando no sabes por qué y miras el calendario y…
No podía ser otro dia.
Es verdad que el mes de marzo no es de mis preferidos , se que hace años de que no estás pero no ando muy pendiente por que aquí en la tierra en mi día a día tengo gente de la que preocuparme.
Y claro levantarme tan torcida y con el grifo abierto me ha dado que pensar y claro … según miro el calendario ahí está, el día que todo se fue a la mierda-
El puto día que maduré de golpe, la mitad de mi vida me dejó incompleta y empecé a vivir a medias.
Lo hago bien , no nos vamos a engañar tuve al mejor maestro y vivo según "sus formas" , pero es un vivir que cojea, unos días más otros días menos.
Hoy es de los más , que duro se me está haciendo joder, necesito … TE NECESITO
Sabes lo unico bueno de esta mierda de día que los que te quieren y me quieren me darán ánimos y yo se lo agradeceré por que me dan fuerza cariño y aliento, amor y es maravilloso.

Te Quiero.

jueves, 22 de febrero de 2018

Carencias


-¿Qué pasó? 

          El silencio se hizo insoportable. Las palabras ahogadas en la garganta no salieron, dejando cosas importantes que decir. 

 -¿Qué esperabas?

             Nada. Fui poco ambicioso. Lo quería todo sin dar nada a cambio.

 -Eso no es justo.

            Lo sé, pero yo no puedo dar más. 

 -¿Entonces?

            Dejé que se cansara de mí, alejándola poco a poco hasta que abandonó. 

 -¿Seguro?  

             No, pero no pregunté por miedo a que me quisiera tal cómo soy.

 - Eres un cobarde.

           Nunca he dicho lo contrario. No se dejar que me quieran.

 - Te quiere a pesar de ti. 

            No quiero creerlo, no voy a pensarlo. No puedo afrontarlo.

 - Un no te quiero, hubiera bastado. 

           Pero sería mentira. Y ella no se lo merece.

 -Tú tampoco.