martes, 24 de noviembre de 2015

El Beso

ELLA

No me lo esperaba. Yo hablando sin parar de mi última conquista y de repente se acercó y me besó.
Aunque fue un beso decidido en el mismo momento de juntar sus labios con los míos dio la sensación de arrepentimiento, pero no dejé que se echara atrás.

Me gustan los besos y de alguien a quien quieres sea cual sea la manera. Un beso de cariño gusta.

Pero y ¿después?

Después hay que esperar que la confianza y el respeto ganen al no y a la incertidumbre.

-Lo siento, me apetecía, dijo muy bajito.
-No te disculpes. No hay nada que perdonar, me ha gustado; aunque no debería repetirse eres mi amigo y te quiero, pero…
-si ya solo como amigos ja ja ja ja .
-ja ja ja . Si ya sabes en qué punto estoy, hace unos meses, a lo mejor ahora no.
-Pues brindemos por ti, por mí, por un nosotros que pasó.
-Gracias Querido, ¿Qué haría yo sin ti?

La noche siguió tranquila, no había tensión, pero si algo, no sabría decir que. Subimos a casa en silencio, muchas copas, mucha conversación, mucha complicidad.

-Buenas noches que descanses
-Igualmente y no intenta...

-Quiero que vuelvas, ¿te vale con eso?
-Si, por supuesto.


EL

Ella me hablaba de su última conquista sin parar. Ya sabía mucho de los detalles porque nos pasamos horas chateando, contándonos de todo, pero verla hablar, reír, tocarse el pelo y hacerlo con tanta soltura, me dejaba noqueado.

Podría pasarme horas escuchándola, siempre tiene algo interesante que contar.

Se tanto de ella. Se lo que significan sus tics, tus frases hechas, sus caladas de cigarro, y sus múltiples risas, cada una significa algo diferente.

Era el momento.

Me acerque sin pensarlo a sus labios. Y en ese momento me arrepentí, intente echarme para atrás pero ella me correspondió devolviéndome beso.

Se separó y sonrío, así, sin más.

Y ahora es el momento en el que sabes que no deberías haberlo hecho , pero ella tan tranquila te dice que le ha gustado, aunque no es el momento , y es probablemente el rechazo con mejor sabor de boca.

Ella es así.

Continuó la noche con sus risas, sus copas, sus confidencias. Una gran noche.

No podía irme a dormir sin disculparme de verdad se lo debía, o eso creía yo. Y cuando me armé de valor para hacerlo, me interrumpe.

-Quiero que vuelvas, ¿te vale con eso?
-Si, por supuesto.

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