- Es...
- Venga cógelo.
Se levanta con en cigarro en una mano y con la otra coge el teléfono, mira quien llama, vuelve la cabeza y asiente.
Empieza a pasear por la habitación mientras que hablan. Una conversación normal.
En el primer momento que se da la vuelta me levanto y salgo a recoger mi ropa. Se da cuenta y con la mano me hace gestos para que me quede. Pero continúo después de enseñarle una sonrisa de estar conforme.
Me quema tanta normalidad, hace que sienta una punzada en el pecho.
Oigo risas y pasos hacia mi. Me tenso. Lo tengo detrás de mi y levanta el teléfono. Quiere que oiga esa parte de la conversación.
La oigo . Actúo como si me interesara, pero no lo hace.
Cuándo uno se sale de lo preestablecido debes pensar si estás dispuesto a seguir, y yo elegí que si, adelante.
Termino de vestirme, cojo un cigarro y espero que termine mirando a la tele que no viéndola, intento convencerme de que esto es lo que quiero.
Termina su segundo cigarro, cuelga y me da un beso.
- ¿Te vas ya? .
- Si, tengo que hacer. Hablamos.
No me deja girarme para irme me coge la cara y me besa, diciendo mucho mas de lo que le gustaría. No soy la única a la que ésto le descoloca.
Sonrío de verdad, necesitaba este final.
Salgo y la puerta se cierra a mi espalda.
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