Pensé que no existirías, que nunca me cruzaría con alguien como tú, como todo lo que soñé.
Porque te soñé tanto durante tanto tiempo, que ya lo había aparcado como algo imposible, inalcanzable.
Pero existías, si. Sólo tenía que encontrarte.
Un día cualquiera, de un mes cualquier de un año cualquiera.
Y ser, es mejor que imaginarte.
Tus manos y como me agarran y rozan mi piel.
Tu boca muy cerca de mi oído susurrándome y besándome sin descanso.
Esos ojos con azul tan intenso cuando me miran que cortan mi respiración.
Y al no tener que imaginarte más, disfruto de mis recuerdos juntos y eso es real y sonrío.
Los sueños se hacen realidad
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