Porque me gusta pensarte.
Porque tu voz en mi oído me excita sobremanera.
Por tus manos en mi cadera tirando de mi hacia tí.
Por lo que siento cada vez que tú lengua roza mi piel.
Por tus gemidos.
Porque si me besas el tiempo se para.
Porque cada vez que me miras mi cuerpo se enciende como nunca antes lo hizo.
Por todo, siempre.
Estás en mi cabeza, cada minuto.
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