Te estoy esperando.
Ven, acércate.
Pégate a mí esplada, recógeme con tus brazos.
Muy cerca, piel con piel.
Oigo tu respiración en mi nuca y me vuelvo loca.
Respiro, para no darme la vuelta y devorarte.
Y aguanto lo justo para que no se pase el momento mágico.
Se acompasan las respiraciones, se relajan más y más a medida que pasa el tiempo.
Y llega la calma, el silencio y los ojos se cierran
Estás a mi lado, ya tengo todo.
Mañana ya veremos
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