Lo intenté de todas las formas posibles. Porque creía que merecía la pena.
Dejé pasar el tiempo, silencie lo que atormentaba.
Di espacio cuándo era necesario y estuve cuando se me reclamó.
Callé si no era pertinente y hablé cuando se pidió.
Esperé.
Nunca un mal gesto, porque ni salían ni eran necesarios.
Mucha ilusión, poca repercusión.
Mucho dar, recibir poco.
Ser invisible.
Y hasta aquí llegué.
Así que si, si eres tú y no yo.
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