miércoles, 26 de abril de 2023

No dejes de mirarme

Me costó siempre mirar a los ojos. 

Mi naturaleza tímida no me dejaba aguantar más de un segundo la mirada de nadie que no fuera mi padre cuando me echaba la bronca o mi hermano cuando nos contabamos nuestras cosas.

Pero la primera vez que me miraste, me quedé paralizada.

Con ganas, sorpresa, creo que hasta con cariño. 

Y me flipó, nadie me había me mirado así.

Me enganché.

Cada puñetera vez que me mirabas, si me desnudaba, si cogía un botellín y bebía, si insinuaba, si sonreía provocándote.

Si estabas encima, si lo estaba yo si ... Da igual cómo estuviéramos.

Una locura.

Joder, ¿qué hago yo ahora sin esos ojos mirándome?
 

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