No sé cuando empecé, pero ya estoy de lleno en eso de disculparte.
Te puse por delante más veces y más días de los que me dediqué a mí.
Se ha olvidado.
No era un buen momento.
Había poco tiempo.
No era el día.
Había mucho trabajo.
Lo intentó pero no está pendiente.
Cuándo llegué a las 100 excusas dejé de contar.
Y ahora que perdí la cuenta y me perdí a mí, he conseguido parar.
Ya no hay nada que te disculpe ,ya no me creo ni mis mentiras, ya perdí cuenta.
Ahora busco escucharme, respetarme y quererme un poquito más y tú no estás en ésta búsqueda
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