Acércate.
Rodéame con tus brazos.
Apríetame contra tí.
Mi nariz pegada a tu cuello.
Ese olor.
Tus manos me abarcan entera.
¡Estamos tan cerca, tan pegados!
Noto nuestros latidos en la piel.
Empiezan rebeldes y terminan acompasándose.
Noto tus labios en mi frente primero.
Sien, mejillas, labios.
Necesito que en éste momento el mundo se pare.
Que el reloj deje de funcionar.
Que no pase el tiempo.
No dejes de abrazarme nunca.