Suelo dormir a pierna suelta, pocas cosas me perturban.
Pero cuándo vuelves, nunca consigo conciliar el sueño la primera noche.
No es por volver a compartir espacio, la cama es muy grande y tú, te mueves poco.
No es por el ruido, creo que yo hago más que tú.
Me pones nerviosa hasta dormido.
Me gusta mirarte.
Me gusta ver cómo duermes y oír tu respiración tan pausada.
Ver en tu cara relajada el reflejo de algo de luz que se cuela de alguna farola dea calle.
Me cuesta mucho no pegarme a ti, abrazarte, tocarte y olerte.
No quiero despertarte, entonces me pasó la noche mirando tu cuerpo, cada parte, cada marca, cada doblez, arruga , lunar, toda tu piel.
Esa a la que estoy enganchada .
Verte así me da paz y casi cuándo amanece consigo coger el sueño, porque estás otra vez aquí.
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