No dejes de mirarme

Me costó siempre mirar a los ojos. 

Mi naturaleza tímida no me dejaba aguantar más de un segundo la mirada de nadie que no fuera mi padre cuando me echaba la bronca o mi hermano cuando nos contabamos nuestras cosas.

Pero la primera vez que me miraste, me quedé paralizada.

Con ganas, sorpresa, creo que hasta con cariño. 

Y me flipó, nadie me había me mirado así.

Me enganché.

Cada puñetera vez que me mirabas, si me desnudaba, si cogía un botellín y bebía, si insinuaba, si sonreía provocándote.

Si estabas encima, si lo estaba yo si ... Da igual cómo estuviéramos.

Una locura.

Joder, ¿qué hago yo ahora sin esos ojos mirándome?

 

Cuándo encajan las piezas

Había costado meses, pero de repente una frase de un libro que leía de forma compulsiva por lo adictivo del texto y la querencia a la autora, me dió la clave de todo.

Le quería, le quise y probablemente le quiera siempre, pero eso no es lo que dolía.

Lo que hizo herida es que hubo un momento que pensé que me quería cómo merecía, como me merezco, como debería ser. 

Es bastante simple en papel y parece muy claro cuando se lee. Pero cuándo buscas que te quieran por qué quien lo tiene que hacer lo dejó de hacer o no te lo hizo saber, te agarras al espejismo de la novedad, el cariño, el deseo, la sorpresa, el descubrimiento, te agarras a eso dejándote llevar.

Y mientras leía, el tiempo, las llamadas, los mensajes , las visitas, el silencio, los besos, las lagrimas, los viajes, los malentendidos, la vida ,por fin encajó todo cada pieza en su lugar.

Y sólo podía llorar sin consuelo por no haber sentido cuándo alguien te quiere de verdad.

Por qué que te quieran no implica notarlo, sentirlo, saberlo. 

Y yo necesitaba todo eso

Una promesa

Una sola frase y el mundo se da la vuelta.

Solo es un : "esta tarde" y ya dejas de oír el resto.

La maquinaria de tu cabeza, como siempre, empieza a funcionar rápidamente.

No es nada del otro mundo, es saber que pasará. 

Y entonces vuelven las ganas, los nervios y hasta la incertidumbre de las primeras veces. 

Cuándo eso de las primeras veces pasó hace mucho tiempo.

Pero la piel no distingue de tiempo, ni de eventos

Ella recuerda lo que se siente cuando la erizan y eso es lo único que vale.

Así que aquí estoy, esperando con una sonrisa en la cara tu promesa.

Un momento cualquiera

Lo intento, pero es un mundo.

Sé que no me convienes, sé que no eres bueno para mí.

Sé que no es lo que toca, sé que no sería posible.

Pero no puedo evitar quedarme ahí.

En ese sitio en el que somos realidad, en el que hace un tiempo éramos, en el que seríamos todo.

Pero no, se rompió, pasó, se fue, se olvidó.

Y ahora solo estoy yo.

DeseándoTE, queriéndoTE, amándonTE.

La vida .

 

Olvido

Estoy aprendiendo a olvidarte.

Me he propuesto vivir sin ti, sin ti recuerdo, sin tu compañía, sin tu mirada , sin tu piel.

Nadie me enseñó a quererte, nadie me va a enseñar a olvidarte.

Se antoja tarea dura, pero estoy dispuesta.

Los primeros recuerdos me llevaban al llanto, la querencia a tí. 

Luego vino la nostalgia, las preguntas sin respuesta, los momentos a solas encajando lo vivido.

Hoy me he descubierto sonriendo a un pensamiento antiguo. 

He sentido alivio, tranquilidad, seguridad.

Al fin y al cabo solo fuiste un momento en mi vida. 

Increíble, eso sí, pero la vida tiene tantos momentos como personas, situaciones, idas y venidas. 

Tu momento ya pasó.

Preparándome para el siguiente.

Deseos

Solo quería saber de ti.

O abrazarte

O besarte 

O morderte

O perderme en tus brazos

O entre tus piernas

O tus sábanas

O ...

O tantas cosas que ni atrevo a decir en alto.

Pero que sabes

Así que, solo puse ¿Qué tal?

Hasta la próxima

Da igual que hayan pasado un par de horas , un par de días, un par de meses, sigo poniéndome nerviosa.

Anticipación, deseo, ganas, impaciencia.

Se quién eres, quién soy, qué somos, ¿Y? 

Pues eso, que no tiene explicación.

Pero por eso , o a pesar de eso, sigue siendo algo que espero, esperamos.

A sabiendas que se terminará pero no importa.

El momento de tenernos enfrente sin tocarnos , sin dejarnos de mirar.

Y ahí se para el tiempo, durante ... No se sabe cuánto.

Ya te vas, ya me voy y ya estoy deseando volver a sentirte. 

Eso, volver. 

Que sea siempre