miércoles, 25 de octubre de 2017

Lo que no se dice

Suena el teléfono.

- Es...

- Venga cógelo.

Se levanta con en cigarro en una mano y con la otra coge el teléfono,  mira quien llama, vuelve la cabeza y asiente.

Empieza a pasear por la habitación mientras que hablan. Una conversación normal.

En el primer momento que se da la vuelta me levanto y salgo a recoger mi ropa.  Se da cuenta y con la mano me hace gestos para que me quede. Pero continúo después de enseñarle una sonrisa de estar conforme.

Me quema tanta normalidad, hace que sienta una punzada en el pecho.

Oigo risas y pasos hacia mi.  Me tenso. Lo tengo detrás de mi y levanta el teléfono. Quiere que oiga esa parte de la conversación.

La oigo . Actúo como si me interesara, pero no lo hace.

Cuándo uno se sale de lo preestablecido debes pensar si estás dispuesto a seguir,  y yo elegí que si,  adelante.

Termino de vestirme,  cojo un cigarro y espero que termine mirando a la tele que no viéndola,  intento convencerme de que esto es lo que quiero.

Termina su segundo cigarro,  cuelga y me da un beso.

- ¿Te vas ya? .
- Si,  tengo que hacer. Hablamos.

No me deja girarme para irme me coge la cara y me besa,  diciendo mucho mas de lo que le gustaría.  No soy la única a la que ésto le descoloca.

Sonrío de verdad,  necesitaba este final.

Salgo y la puerta se cierra a mi espalda.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Solo un, te echo de menos

Una conversación trivial,  simpática,  pícara por momentos y de repente un... te echo de menos. 

Y el tiempo se para,  aunque consigo responder un ... yo también, camuflado entre dos frases vacías.  

Si dejo que mi corazón responda nos perderemos. 

Y seguimos como si nada. 

Tu crees que yo le quité importancia y tu no eres consciente de que muero por sea verdad. 

Y seguimos charlando,  reimos,  nos hacemos confidencias como siempre. 

Nada ha cambiado ... aparentemente. 

La despedida no es la de siempre tiene un punto más intenso,  pero el justo,  no nos vaya a comprometer.  

Hacemos equilibrios imposibles. 

Pero llega la noche y tú te preguntas por que dejaste a tus dedos escribir lo que el corazón te dictó sin filtros. ¿ Te pilló en horas bajas?  o te dejaste llevar y en el fondo querías,  necesitabas decirlo en alto. 

Ya está hecho. 

Yo tengo la frase grabada a fuego,  aunque escrita,  en mi cabeza la oigo con tu voz sin cesar.  

Intento buscar la razón por la que no te contesté de verdad,  evitando comprometernos,  respetando nuestro pacto de distancia justa,  y al mismo tiempo el corazón se me sale del pecho por la certeza de saber que es algo más. 

Y así con el remordimiento,  tu por decir de más,  yo por decir de menos,  nos quedamos dormidos pensando en un nosotros que no llegará. 

viernes, 1 de septiembre de 2017

Llegadas

"Buenas tardes en unos minutos aterrizaremos en el aeropuerto de Madrid Barajas"

Y en ese momento empezó a temblar.  Después de casi 4 meses se le hacía un poco cuesta arriba volver,  no estaba segura de lo que se encontraría. 

Cuándo decidió marcharse estaba hecha un lío,  muchos frentes abiertos.  En el tiempo que había estado fuera parecía como si todo se hubiera colocado en su sitio. 

Todo menos él.  No habían dejado de hablar por mail , por mensaje y un par de llamadas telefónicas.  

Ninguna conversación comprometida,  se habían limitado al principio a hablar de trivialidades para evitar su último encuentro y su viaje precipitado.  
Según pasaban las semana las conversaciones eran mas fluidas y fueron contándose su día a día,  él en el mismo sitio dónde ella lo dejó,  ella en otro nuevo y alejado.  Y se fue forjando una nueva relación de amigos.  Evitando eso si,  su peculiar relación anterior. 

Ella habia dicho a su familia,  amigos y a él cuándo volvía.  Había elegido un vuelo que hiciera imposible o eso creía ella , que la fueran a buscar.  Necesitaba llegar y encontrarse sola, en su entorno,  hacerse de nuevo a el. 
Y aún así sentía nervios y ansiedad,  aunque con el paso de los años había aprendido a controlarlo,  seguía  siendo difícil .

Bajaron bastante rápido del avión,  pero ahora venía lo peor de las llegadas,  recorrer pasillos, recoger maletas y salir de la terminal para buscar transporte. 

Después de 5 vueltas de la cinta de maletas apareció la suya,  gigante le pareció en ese momento - normal que haya pagado exceso de equipaje, pensó.  Le ayudó un señor con el que había compartido conversación en el vuelo, y después de darle las gracias se dispuso a salir y buscar un taxi.

Iba más o menos distraída con el móvil informando a todos de su llegada con un mensaje tipo que fue pegando en todos los chat. 
 Miraba al móvil y hacia arriba para no llevarse a nadie por delante con el carro de las maletas y entonces le vió. 

Parado un par de metros delante de ella. No era capaz de averiguar si el gesto de su cara era bueno, o malo. 

No pudo seguir se quedó parada temblando. Y fue consciente en ese momento que lo quería mas de lo que estaba dispuesta admitir. Los cinco meses separados no habian solucionado nada.¿ Y ahora?

Pero ella no contaba con él, con sus sentimientos con su duelo de 5 meses en el que tuvo que admitir que nadie seria capaz de ocupar el lugar que ella dejó. Luchó contra sus creencias, su convencimiento de estar solo , de no compartir su vida, de vivir sin preocupaciones. 
Pero no sirvió de nada, deseaba que volviera para contarle su ansiedad, su impaciencia, su determinación para conseguir que lo suyo funcionara, por que no se veía capaz de seguir sin ella. Sería demasiado duro y lucharía para que no pasara.

Se acercó a ella tan lento que los dos se sentian atrapados en una película a cámara lenta.

No podían dejar de mirarse, se habían echado tanto de menos. 

Llegó a su altura, dijo hola  muy bajo, si no llega a ser por que ella no dejaba de mirarle ni lo hubiera oído. 
Agachó la cabeza buscando el carro con la maleta y una vez cogido se volvió la beso muy rápido, por que si la besaba como deseaba no se moverían de la terminal en horas, la miró a los ojos: 

- vamos a casa, te he estado esperando.

sábado, 26 de agosto de 2017

El verano de mi vida

Tengo tanto por lo que sonreir.

Si, soy consciente de lo que hay a mi alrededor, vivo en el mundo,y mas éste fatídico agosto,  pero mi día a día es en el que me esfuerzo para que sea bueno,  para que lo cotidiano y la rutina sea llevadera. 

Podría ser, porque no mi verano perfecto. 

Siempre tuve la esperanza de volver a tener algo contigo.  No me puse límites,  no me puse trabas solo esperanza y paciencia y el azar,  la suerte o cómo quieras llamarlo no hizo encontrarnos de nuevo telefónicamente hace dos años. 

Las expectativas se quedaron cortas,  me he encontrado a un hombre que respeta,  que espera y quiere conocer,  escucha,  analiza,  y asume , pero también trasmite miedos y dolores del pasado,  sin rencor. 

Tengo una oportunidad que no desaprovecharé,  y disfrutaré de cada minuto contigo. 

Yo también aprendí, no cometeré los errores del pasado,  no me lo perdonaría. 

Estoy orgullosa de ti,  de mi,  de nosotros.  Vamos a ser algo bueno el uno para el otro y asi poder contagiar a los que nos rodean.  

No se puede dar la batalla por vencida. Y nosotros no lo hicimos.

Aquí estamos ahora poco a poco,  de la mano construyendo con paciencia, respeto y cariño mucho cariño algo bueno y lo tenemos que hacer  bien,  porque hay 3 enanos que nos lo agradecerán,  estoy convencida de ello. 

Por eso es el mejor verano de mi vida. 

jueves, 24 de agosto de 2017

Por decisión propia

Me despierto buscándote a tientas con las manos.
No enciendo la luz porque será real que no estás.
Fui yo quién te apartó, lo se, pero mi cuerpo te busca. 
Anhela tu calor,  tus manos recorriéndolo ,  llegando a todos los rincones. 
Pensé que sería más fácil terminar,  que no me costaría desprenderme de ti,  pero estás muy dentro. 

Sin pretensiones llegaste,  y poco a poco, probablemente sin pretenderlo te hiciste imprescindible y yo me deje querer.

Era tan fácil hacerlo. 

Y ahora solo tengo tu recuerdo que evoco a todas horas y me doy cuenta que no debí irme que quizás ésta vez era de verdad era por la que merecía luchar. 

Aquí estoy sobreviviendo a la decisión de dejarte marchar,  de que solo seas el maravilloso recuerdo de lo que podría haber sido.  

Sufriendo por decisión propia. 

miércoles, 12 de julio de 2017

¿Pensar? ¿Decidir? ¿Hacer?

¿En qué momento dejé de pensar? ¿Cuándo perdi la capacidad de analizar las cosas? 
¿Cómo he llegado al punto de llevarme por impulsos? 
No se si puedo parar.
No se si quiero.  
Algo en mi estómago me dice que debería hacerlo.  
Mi cabeza da vueltas. De culpabilizarme a que me deje llevar,  en un bucle sin fin que me desconcierta. 
Cuándo eres una persona que le gusta tenerlo todo controlado,  pensado meditado y no dejas nada al azar...
Nada de esto sirve, ¿qué haces? 
Cada segundo una sensación diferente,  incredulidad,  emoción,  desesperación,  alegría.  
Una montaña rusa que no tiene fin. 
¿Y si?  es una pregunta que ya no me he hecho porque significa que tengo que pensar las consecuencias y no quiero hacerlo.  
Tengo miedo a conocer el camino elegido,  pero no puedo parar y avanzo firme,  casi sin dudas a ello.  
No voy a detereme, es un reto y hace tiempo decidí que no dejaría ninguno sin inentar. 
La incertidumbre me desconcierta,  me provoca ansiedad,  pero también me llama poderosamente a encontrar que hay después. 
Tiembla mi cuerpo por la tensión de no saber controlar mis emociones,  es un estado nuevo que desconozco pero me intriga.  
¿Y cuándo todo pase?  ¿Qué?  ¿habrá meredo la pena?  ¿Será todo cómo antes? 
No se. 

martes, 13 de junio de 2017

Gracias a ti


No es todo perfecto ni lo pretendo.

Yo he elegido vivir de esta manera y soy responsable de todas y cada una de las cosas que hago y más conscientemente desde hace 10 años.

Eso no quiere decir que antes no decidiera, pero es cierto que me dejaba llevar más , me amoldaba a todo , era más permisiva, permeable , manejable probablemente.

Ahora soy mejor, me siento mejor y vivo mejor.

Es un proceso largo, yo estoy dónde , cómo y con quien quiero estar. No es un camino fácil pero es gratificante, mucho.
No es un cambio instantáneo , no es rápido , no siempre lo puedes hacer acompañado, pero es necesario, vital y enriquecedor.

Yo no lo he hecho sola.

Hace 18 años conocí a alguien que creyó en mi, en mis posibilidades, en mi futuro , en mi progreso y que desde entonces no ha hecho otra cosa que estar ahí.

Sentirse apoyada, querida, respaldada, respetada desde la primera vez nos vimos.

Saber que me conoce con mis luces y mis sombras, que me deja crecer , que me acompaña en mis decisiones y las hace suyas, no me deja al margen, somos un conjunto equilibrado, por que separados somos personas que se quieren y se respetan y eso lo hace todo más fácil.

Casi todo lo que soy ahora es gracias a él, y eso me hace ser la persona más feliz del mundo.

Gracias por quererme,apoyarme, recogerme, animarme, esperarme, y dejarme crecer a tu lado.