martes, 14 de febrero de 2023

Enviado

Meses sin dormir, noche en vela y la cabeza cómo una locomotora al cien por cien de su rendimiento, sin parar.

Notas en el movil, hojas en blanco, cuadriculas de cuadernos.

Escribe, borra , escribe, borra. 

Y así muchas palabras, muchas líneas, tantos párrafos que bien utilizados habrían sido la historia de una vida.

¿Cuánto aguante tenemos? 

¿Hasta donde estamos dispuestos a esperar?

¿Qué nos haces seguir en un sitio que ya no es nuestro?

Y entonces después de tantos días que has perdido la cuenta, decides.

Con la convicción de que es la decisión correcta, con un reguero de lágrimas que es imposible detener porque va a juego con el agujero en el alma, grande y profundo,te dispones a poner un final necesario.

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jueves, 9 de febrero de 2023

Corriendo

Hoy saldría corriendo.

Corriendo a buscarte.

Da igual dónde estuvieras, te encontraría.

Durante unos momentos tenerte cerca.

Verte, mirarnos y saber si estás.

Las distancias complican las cosas.

Los silencios agrandan la incertidumbre.


Hoy necesitaba que me abrazaras, que me besaras, que me sujetaras, que me acompañaras.

Y saldría corriendo para llegar a ti.

lunes, 6 de febrero de 2023

No soy yo, eres tú

Lo intenté de todas las formas posibles. Porque creía que merecía la pena.

Dejé pasar el tiempo, silencie lo que atormentaba.

Di espacio cuándo era necesario y estuve cuando se me reclamó.

Callé si no era pertinente y hablé cuando se pidió.

Esperé.

Nunca un mal gesto, porque ni salían ni eran necesarios.

Mucha ilusión, poca repercusión. 

Mucho dar, recibir poco.

Ser invisible.

Y hasta aquí llegué. 



Así que si, si eres tú y no yo.

sábado, 4 de febrero de 2023

Mientras duermes

Me gusta mirarte si duermes.

Solo entra un poco de luz por la ventana, anoche no cerramos bien.

Nunca vi a nadie dormir tan quiero, tan recto , tan ... No sé, no me parece muy normal la pose. 

Pero bueno como todo en ti, no es muy normal.

Tiro muy muy despacio de la sábana hasta que consigo verte entero. 

Desnudo de pies a cabeza. 

Es una imagen que intento registrar en mi cabeza para que me dure días, cuando no estés.

Tienes la cara relajada, mucho, me gusta.

 Pareces tranquilo, confiado, amigable.

Los brazos extendidos a lo largo de cuerpo, la cabeza un poco ladeada y el pecho subiendo y bajando muy lentamente, tanto que casi cuesta darse cuenta que respiras .

No se cuánto tiempo me quedo inmóvil mirando.¿ 5, 10, 20 minutos? Podría estar más seguro.

Me acerco y te doy un primer beso en el hombro, otro un poco más abajo, otro en el brazo, otro más dentro casi en el pecho, entoces te mueves ligeramente, pero sigo .

Tengo mucho cuerpo,mucha piel por cubrir de besos.

miércoles, 1 de febrero de 2023

Nuestra historia interminable

Y pensaba que se pasaría.
Que con el tiempo y la distancia, dicen que se llega la calma.
Qué cuando no tiene nombre, no existe.
Qué lo diferente no funciona.
Y tantas otras cosas, que no se cumplieron.


Pero ...

Y el deseo no cesa, aumenta.
Y las ganas siguen intactas.
Y no hace falta ponerle etiqueta.
Por qué hay cosas que suceden y funcionan sin explicación.


Y entonces empieza la cuenta atrás para repetir nuestra historia interminable.



lunes, 30 de enero de 2023

Quédate con ...

Quédate conmigo. 

Eso es lo que quiero. 

Ya se tus defectos, tú conoces perfectamente los míos.

Se nos dan bien las cosas juntos.

Me haces reír, me siento segura. 

Me gustas, te deseo, te quiero.

¿ Y tú? 

¿Quieres quedarte conmigo?

miércoles, 25 de enero de 2023

La venda

Según avanzaba la conversación, según te oía hablar mi cuerpo reaccionaba, pero no como siempre. 

Y ahí, me di cuenta.

Ya no reacionaba anhelándote no, era todo lo contrario.

Poco a poco perdí el hilo de tu monólogo.
Me fui dando cuenta de que ya no me interesaba tanto, ya no producías en mi ganas.

Pasaban los segundos, quizás un par de minutos máximo y sola me di cuenta que ya no había marcha atrás.

Aquello que antes me parecía interesante, ahora me parecía sin importancia.
Eso que pensé especial, estaba ya fuera de lugar.

Y así una tras otra, mientras charlábamos me di cuenta de cuánto te había idealizado y de lo poco que me gustaba ahora, que el desencanto ganaba espacio.

¡Qué pena!, pensé, podría haber sido algo bonito.

Y para no seguir haciendo la distancia entre la persona que quise y esa que no reconozco, corté lo más rápido que pude la conversación, con el convencimiento de que ya se me había caído la venda.

Pero no me disgustó mucho la sensación, la verdad.