Me cuesta concentrarme.
Intento sacarte de mi cabeza. No puedo.
Lo intento más que nada en el mundo. No puedo.
No entiendo que me ata a tí.
No entiendo porqué.
No tiene sentido.
Yo, que necesito controlar todo lo que me rodea, hasta el más mínimo detalle, ésto me viene grande.
No sé si es malo, no sé si es bueno. Pero como no puedo hacerme con ello, me da miedo.
¿Y si no puedo soltarte?
¿ y si dejo de ser yo ?
Y entonces, lo dejo, rompo, huyo.
Y regreso a mí, a mí soledad, al yo mi me conmigo.
Hasta la próxima.
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