No puedo tocarte.
No puedo besarte.
Me quema la piel.
Me vuelvo loca si pienso en tu cuerpo cerca del mío.
Pero eso no puede pasar.
Distancia.
Aislamiento.
Tiempo.
Jamás pensé que necesitara tanto tú tacto, tu contacto.
Y así pasarán los días, deseando cada uno de los roces, recreandome en los abrazos y besos dados hasta que pueda volver a tí.
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