No sé dónde estás, no importa.
Estás bien, lo sé y eso me gusta.
Solo estás lejos. Y aún así ...
Hoy quería desearte buenas noches.
Que sepas que soñaré, como cada noche contigo.
Y sentiré como me abrazas, como me besas, como nuestra piel se roza sin parar, de puta necesidad.
Aspirando el aire casi inexistente entre nosotros.
Sujetándonos fuerte para no perdernos y dejarnos marcas de deseo de esas que no se borran, de esas que permanecen.
Y así cogeré el sueño, pensándote.
Así que buenas noches. Tú yo, en mí, me acompaña
¡Qué suerte!
Siempre digo que para coger el sueño va muy bien, antes, hacer esa clase de ejercicios.
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