Al abrir un cajón de la cómoda, apareció un bolsa de plástico de nada que reconociera o sonara.
La abrí y había algo a estrenar y con motivos que solo yo compraría.
Sonreí sin ganas, casi con pena y con las mismas llevé la bolsa a la basura.
Eran para un regalo.
Lo compré hace unos meses y entonces tenían todo el sentido, pero ya, no.
No era el momento y ahora ya pasó.
Quedármelos me recordaría todas esas decisiones que no tomé durante un par de años y que terminaron con mi seguridad y mi autoestima.
Y así es como algo que iba a ser algo que compras con ganas, ilusión y enfocado a alguien, termina siendo algo que te recuerda lo difícil de una época en la que dejaste de ser tú .
Solo eran un par de calcetines.
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