No lo hablamos.
No lo dijimos en alto.
A lo mejor una vez dicho no hubiéramos coincidido.
No te conté nada.
Que me gustaba pensarte.
Que quería más.
Que hubiera dejado todo.
Que tus deseos, habían pasado a ser los mios.
Que te echaba de menos.
Que podríamos intentarlo.
Que si, a todo y siempre.
Y... ¿Tú?
Dime qué algo de ésto te suena, dime qué no soy la única que una vez lo pensó.
Hay veces que no se puede.
Pero, ¿Porqué no lo intentamos?