Hoy he cerrado una etapa.
Una etapa que ha durado 6 años y que me ha regalado una experiencia impagable sobre amor, familia, amistad, solidaridad, trabajo, administración y sobre uno de los pilares de mi vida, el acogimiento familiar.
El acogimiento familiar llegó a mí vida con A pequeña y llegó como él, para quedarse. De una u otra manera siempre va a formar parte de mi vida personal y familiar.
He aprendido tantísimos estos años de tantas personas y situaciones que me siento muy afortunada.
Haber formado parte de FADES ha sido una experiencia vital que no olvidaré en mi vida. He superado miedos, he llegado a sitios que pensé que no llegaría nunca y he compartido vivencias tan increíbles que me han reportado amigos de vida y familia elegida con la que me une algo inexplicable.
Cierro esta etapa con la mochila llenita de cosas buenas y amor del bueno en todas sus versiones.
Seguiré con la mano tendida a los que continuarán trabajando en el acogimiento , pero yo ahora desde casa, ya solo como familia.
Estoy cansada y era el momento de cerrar pero estoy un poquito triste y las lágrimas mientras escribo ésto me dan la razón voy a echarlo de menos.