Y repito

 Me cuesta concentrarme.

Intento sacarte de mi cabeza. No puedo.

Lo intento más que nada en el mundo. No puedo.

No entiendo que me ata a tí.

No entiendo porqué.

No tiene sentido.

Yo, que necesito controlar todo lo que me rodea, hasta el más mínimo detalle, ésto me viene grande.

No sé si es malo, no sé si es bueno. Pero como no puedo hacerme con ello, me da miedo.

¿Y si no puedo soltarte?

¿ y si dejo de ser yo ?

Y entonces, lo dejo, rompo, huyo.

Y regreso a mí, a mí soledad, al yo mi me conmigo.

Hasta la próxima.

El entorno, los apoyos, la vida

Escribo ésto con lágrimas en los ojos y con una pena inmensa.

La rabia, la impotencia y el dolor también forman parte de todo lo que voy a vomitar ahora mismo.

Le conocí hace 7 años aproximadamente tendría 10 o 12 años, un poco mayor que A. Grande , me enteré más tarde, cuando  coincidieron en un curso.

Me quedé rápido con su cara y su nombre, por lo guapo y pillo, como por la rareza de su nombre.

A. grande no tenía muchos amigos en esa época y el fue un buen apoyo.

Vino a casa unas cuantas veces, fue muy educado siempre, hablador y aunque no mantuvieron la relación de amistad tan estrecha más tarde cuando no iban juntos a clase, han tenido contacto siempre. 

Yo le preguntaba por él y me consta que el hacia siempre lo mismo. 

Era un buen niño.

¿Por qué cuento todo ésto y en pasado? 

Ha muerto esta madrugada, una puñalada y no han podido hacer nada. 

Podría haber sido A. grande pero no, por que el tiene apoyo, un entorno seguro, habilidades y el factor "suerte". 

Chicos buenos, listos, pero alborotadores y con pocas ganas de estudiar. 

Siempre pensé en dar un paso adelante , lo sabían los dos por qué soy muy pesada y siempre estuvo mi casa abierta para él, pero no lo hice y me queda pesar.

Hay que cuidar en comunidad a la juventud, a los niños , para que cuando su entorno falle , ¡ojo! todos fallamos, tengan algo a lo que apoyarse.

Podría estar enumerando los fallos del sistema, de la sociedad , del entorno, de la familia, de él, de todo, pero eso ya no importa.

Pero si comprometerme con mirar un poco más allá de mi circulo y ésta vez sí, dar un paso más si puedo, que seguro que sí. 

¡Qué pena más grande!

Aunque haya pasado el tiempo

Miro si hay mensajes tuyos.

Sigo haciéndolo aún sabiendo que no van aparecer.

Ya no hay buenas noches.

Ya no hay buenos días.

Ni siquiera un ¿Qué tal?

Lo echo de menos.

Como otras tantas cosas. 

Pasará. 

Como todas las cosas que no permanecen, que se terminan y que se olvidan.

Porque tú también serás olvidado.

Pero todavía me resisto.

¿Puedes entender?

 

Que quiera dormir abrazada a ti como la primera vez, del tirón .

Que eche de menos que me cuentes.

Qué quiera que me trates con el cariño y el amor de antes. 

Qué necesite saber que estás bien y te sientes bien. 

Qué quiera oír tus chismes, tus tonterías , escuchar tus historias

Qué tenga ganas de verte.

Que solo echo de menos lo que tenía , lo que teníamos

Solo eso . Nada más que eso. 

No más , no menos, solo eso 

Entonces, ahora ¿Puedes entender que si no lo tengo quiera irme? 

El nudo

Este nudo que no me deja tragar, que me impide por momentos respirar.

Hay veces que hasta me incapacita.

Después de mucho tiempo ha vuelto, me ha pillado por sorpresa. No tocaba , no lo esperaba y sin embargo apareció.

Otra vez hacerme pequeña, otra vez no poder pensar, otra vez el bloqueo, otra vez las lágrimas.

El miedo a volver donde no has sido tú, donde no has sido feliz, donde dolía. 

Eso me ha despertado, ha sido el miedo a tiempos pasados lo que me ha hecho reaccionar. 

Un paso adelante.

No vuelvo a la casilla de salida, porque ya tengo herramientas, porque ya se lo bien que se está sin que el nudo apriete, porque me acompañan, porque se que se puede.

Lo voy deshaciendo poco a poco. 

Primero físicamente, si, porque necesito volver a tragar y respirar sin opresión.

Luego saber por qué hoy, por qué ahora, por qué todo.

Es difícil, pero lo voy a deshacer. 

No quiero más nudos, ya no.

El regalo

Al abrir un cajón de la cómoda, apareció un bolsa de plástico de nada que reconociera o sonara. 

La abrí y había algo a estrenar y con motivos que solo yo compraría.

Sonreí sin ganas, casi con pena y con las mismas llevé la bolsa a la basura.

Eran para un regalo.

Lo compré hace unos meses y entonces tenían todo el sentido, pero ya, no.

No era el momento y ahora ya pasó.

Quedármelos me recordaría todas esas decisiones que no tomé durante un par de años y que terminaron con mi seguridad y mi autoestima.

Y así es como algo que iba a ser algo que compras con ganas, ilusión y enfocado a alguien, termina siendo algo que te recuerda lo difícil de una época en la que dejaste de ser tú .

Solo eran un par de calcetines.

Culpa

Le doy vueltas a menudo, a pesar del tiempo, a pesar de que esté casi curado pero es inevitable.

Hubo una época en que pensé que habia sido yo, que era quien había fallado.

Pero en esos momentos de pensar y pensar, me veo entonces y ahora , ha cambiado poco. Pero cuando te miro, no te veo, no es lo mismo, no sé quién eres.

Y dudo, dudo si lo escrito, lo dicho, era cierto o no. 

Puedo decir lo mismo que hace unos años, siento lo mismo que hace unos años, estoy casi estoy en el mismo punto.

Ese casi es la diferencia.

¿Y tú ?

No, creo que no. Y de ahí nace mi desconcierto, mi angustia, mi culpa.

Mucho tiempo preguntando porqué, sin respuesta. 

Y eso también pasó y la culpa ya no forma parte de mi, de lo que pensé, de nosotros.

Te paso la carga, yo la acabo de soltar . 

Tenía que haber sido de otra manera.