Y decidí

Yo, que tomé la decisión de irme, no lo tengo claro. 

Se que no quiero cambiar. Me ha costado mucho llegar a éste estado de plenitud y consciencia y no estoy preparada para romper lo construido.

Ni siquiera por tí, aunque  flaquee.

Qué fácil sería dejarme llevar, coger tu mano, seguirte sin mirar atrás y vivir otra vida.

Qué jodido es tener tomar decisiones difíciles, y enfrentarse a uno mismo.

Eso no impide que sueñe. Es bonito imaginarnos. Pensar en que sería si ...

Pero aprendí la lección, no anticipar, no esperar, no tener esperanza en campañas imposibles, y disfrutar del momento como si fuera el último juntos.

Y hasta aquí llegó, porque todo tiene un principio y un fin, porque si no lo hago ahora no sería capaz de hacerlo, por qué si lo pienso un minuto más no lo hago.

Pero ya sólo queda pensarte. Con eso ahora me basta.