Creo firmemente en la figura del acogimiento tanto familiar como residencial, porque aunque éste último no debería ser el prioritario , debe de existir. Sus razones probablemente en otro Post.
Me indigna sobremanera que sea algo que no se conoce para la gente en general y en particular para la administración. Y éste es uno de sus mayores problemas.
Dice muy poco de nosotros como sociedad y de nuestro sistema de gestión como país que un recurso que se decide desde la administración, como una investigación por la fiscalía por ejemplo, y que trata sobre personas, en este caso niños, nuestros niños, el futuro de nuestro país, sea totalmente desconocido para un porcentaje tan amplio de la sociedad.
Ésto implica una lucha constante y diaria para todos los que formamos parte del acogimiento, restando fuerzas, ánimo y recursos a su principal objetivo "el bienestar de los menores, en este caso en desamparo".
Una vez dicha la queja general, continúo.
Creo que es una responsabilidad como sociedad , proteger a nuestra infancia, y dotar a las administraciones en todos los niveles, de recursos de TODO tipo, que ayuden a los menores que no pueden crecer en su familia de origen a tener un futuro.
No hablo de un privilegio , hablo de un derecho.
Derecho a crecer en un sitio donde sean queridos, tenidos en cuánta, ayudados y apoyados, a crecer y desarrollarse como personas.
No parece tan difícil, ¿Verdad? Y suena lógico y normal también.
Pero eso NO pasa.
Hay veces que la administración toma la decisión de retirar a los menores de sus familias biológicas, por supuesto por una decisión motivada, real y justa, así debe ser en todos los casos, y a partir de ahí, se supone que los ahora tutores deben procurar todo lo dicho anteriormente.
Pero eso no se hace "solo" .
Son necesarios profesionales de muchos ámbitos que acompañen a los menores, familias , biológica y de acogida y a los propios técnicos que trabajan en ello.
Ésta medida es de larga duración, sea o no con regreso a la familia de origen , por qué estas también necesitan un acompañamiento real para que el retorno sea bueno y efectivo. Y si ,como ocurre en demasiados casos sigue el acogimiento familiar o residencial, son años hasta la emancipación y/o la mayoría de edad en las que menores y familias también lo necesitan.
Nuestro sistema de comunidades no ayuda en esta tarea, hay diferencias tan grandes entre unas y otras que ponen los pelos de punta.
Por eso al margen del acogimiento en si, creo que hay que hacer un trabajo previo importante, y considero que ahora es inexistente. Uno durante, claramente mejorable, y uno al finalizar, ya que hay mucho y diversos finales.
Nuestros menores creo que son lo suficientemente importes como para reflexionar y tener en cuenta mucho de lo escrito aquí.
Creo firmemente en la figura del acogimiento familiar.