Cosas que pasan

Todo decidido, todo controlado.

Analizo una situación, pros, contras, muchas veces de forma automática sin dar mucha más opción a divagaciones.

 
Se lo que quiero, mis prioridades , lo que sí y lo que no. Siempre lo he sabido.

Tomo una decisión y la llevo a cabo. Cuándo no es todo lo que desearía, lo más parecido a ello, sacrificando lo que sea menos importante, será la decisión que sobreviva.

Me siento cómodo, seguro en esa posición es la mía. Respeto las otras por supuesto, pero no van conmigo.

Y así hasta que un día aún haciéndolo lo que siento, lo que pienso, teniéndolo todo "controlado"...

 
¡Todo salta por los aires!

Si lo pienso tiene su razón de ser.

Quería y no paré. Porque no quería parar.

Y merecía la pena.

Y sigue mereciendolo.