Nuestras expectativas nos juegan
malas pasadas y la historia que nos montamos en nuestra cabeza alimenta la
fantasía alejada de la realidad y que tanto daño puede llegar hacer.
Con esta premisa, uno, no significa
que nos dejemos llevar por las ensoñaciones que nos hacen instalarnos en una
realidad paralela que no es verdad y que finalmente nos dará un fuerte baño de
realidad que podemos o no asumir …eso ya va en cada una de las personas que lo
sufran. Y dos hay otro panorama, que a pesar de saber que los sueños, sueños son
y ser conscientes que hacen daño a tiempo real y no después cuando se te cae la
venda de los ojos como en el primer caso nos resistimos a dejar de imaginar
otro escenario a nuestros ojos maravilloso, a sabiendas de que ni es ideal, ni
nos conviene.
Esta lucha interna duele, te hace
reflexionar acerca de sus expectativas, si son adecuadas, si evaluaste en su
momento todo lo que te creíste que sabías y que controlabas.
Ser consciente de tus debilidades
y también de tus fortalezas no hace más fácil la toma de decisiones, ni hace
que sean elecciones acertadas, solo te hace consciente de ello.
¿Estamos preparados para
recriminarnos por tomar malas decisiones?
¿Nos hace bien mirar para otro
lado cuando sabemos que obramos mal a sabiendas?
¿No sería mejor ser una persona
que no es consciente de sí mismo?
A veces creo que pienso
demasiado, otras que me considero egoísta solo por buscar mi propio beneficio,
otras que no actúo bien para conmigo, que pongo a los demás por delante.
Trabajo todos los días para
quererme más, cuidarme más y duele hacerlo, porque sería más fácil dejarse llevar,
que algo o alguien piense por ti, que decidan, que te lleven en volandas, y
echando la vista atrás parece que hubo un tiempo mucho tiempo quizás, que lo
hice pero no, ya no .
Yo quiero, yo decido, yo pienso, actúo
y me equivoco sí, pero por y para mí, porque me gusta en lo que me estoy
convirtiendo.
Lo más difícil desprenderse de
aquello que deseas y quieres de manera casi enfermiza, pero que no controlas y duele,
porque no es bueno y porque no sabes gestionar la separación de aquello que no
te beneficia.
¡Qué difícil es tomar una
decisión y llevarla a cabo!
Ya lo he decidido, yo soy lo
primero.