Soledad compartida

Me gusta estar a sola. Sé estar sola.

 
La soledad no me asusta, ni me incomoda.

Pero ahora quiero soledad compartida.


Quiero la soledad estando contigo.


Juntos en el mismo lugar pero solos con nosotros mismos. Espacio.

Qué pase el tiempo así, para que cuando cuando compartimos estamos cerca. Lugar.

Saber que estás. Cercanía.

Necesito que sepas que estoy. Dar.

Compartir silencio y espacio, pero solos. Juntos.

Esa soledad que permite intimidad, pero está rodeada de nosotros. Compartir.

Soledad elegida a tu lado.

 

Lo que queda por vivir

Cuándo quieres tanto que no hay nada con que puedas comparar.

Cuándo eso se convierte en tu forma de vida "para siempre".

 
Lo deseaste, lo buscaste, lo conseguiste.

Pero siempre , no tiene el mismo significado con 20, que con 30, que con 40.

Porque todo no es lo mismo según tú estado.
Porqué el tiempo pasa, todavía no tengo claro si para bien o para mal.

Por qué dos personas evolucionan de diferentes maneras según sus circunstancias, a pesar de estar juntos.

 
Echo la vista atrás y me gusta el recorrido hasta hoy. Con sus torpezas, problemas decepciones y huidas, por qué son mayores los logros, las alegrías, la superación y los aciertos.

Y ahora estamos aquí.

 
Pero no sé mirar hacia delante, no veo lo que nos espera, ni si quiera me atrevo a imaginarlo.

 
Solo sé qué pasará.

 
¿El qué? Lo bueno, lo malo, lo buscado, lo inesperado. Otra media vida , vamos.

 
Pero igual que no pude imaginar nada de la primera mitad, no tengo capacidad de ver la segunda, a pesar de la experiencia, de los años, del camino recorrido.

Es, incertidumbre de nuevo, expectativas, ganas, espera, quizás esperanza.

¡Eh, vida! ¿Qué me tienes preparado?

 

Despedidas

No me gustan.

Y aquellas que ponen un puto Intermedio, sobre la incertidumbre de si habrá otro vez, esas  son las peores.

En ellas, el silencio es muy denso, es incómodo y lo inunda todo.

Los minutos previos son duros, sabes que hay que decir adiós, sin saber si será o no la última, o el tiempo será poco, demasiado o insuficiente, hasta una próxima.

Y puede llegar a ser frío, puede que parezca que el instante hasta llegar ahí al final  haya sido insignificante.

 
Pero no, los momentos más intensos son aquellos en los que cualquier forma de hacerlos llegar al final es mala, porque nunca deberían llegar ahí, a los finales.

Y aún así llegan y nos cuesta el hasta luego , el adiós, el ya nos vemos.

Porque querrías que fuera un , no hace falta que te vayas, que termine , quédate.

 
Pero no lo es.

Hasta luego.
Adiós.
Ya nos veremos.
 

La respuesta a tu pregunta

 

- Hola, ¿Qué haces?

- Nada aquí queriéndote.

( Y ya no había más que decir. Porque ese querer va para largo , no es de un día, no es de un rato .

Es un querer de los que se quedan, de los que están, de los que crecen y no pasa el tiempo por él.

Te acompaña y te queda bien, te deja sonrisa, sensaciones bonitas, ganas de todo, ganas de más.

No tiene límite ni tiempo porque es propio para darlo.

 
Y hace feliz, que es lo que importante)

-Y aquí sigo, disfrutando de quererte.

Caminos

Voy a intentarlo. Voy a darme espacio.

Soy yo la que tiene que decidir hasta donde quiero llegar, hasta dónde voy a implicarme. Hasta dónde voy a dejarte entrar.

Ha pasado el tiempo suficiente para darme cuenta de qué hay algo que falla y dónde.

Es  en mi,  en la forma de verlo, en la forma de sentirlo, en la forma de actuar.

¿Voy a saber parar? ¿Voy a concederme la duda de querer hacerlo?

¿Cuánto espero de mí? ¿Y de ti?,  espero que seas como te quiero o como me gustaría que me quisieras.

Y al pararme a pensar en ello, me doy cuenta de que no todo estaba bajo control.

No hay excusas, me deje llevar porque quise.

Y por eso mismo paro ahora. Antes de que todo lo arrase mi locura por ti 

Cosas que pasan

Todo decidido, todo controlado.

Analizo una situación, pros, contras, muchas veces de forma automática sin dar mucha más opción a divagaciones.

 
Se lo que quiero, mis prioridades , lo que sí y lo que no. Siempre lo he sabido.

Tomo una decisión y la llevo a cabo. Cuándo no es todo lo que desearía, lo más parecido a ello, sacrificando lo que sea menos importante, será la decisión que sobreviva.

Me siento cómodo, seguro en esa posición es la mía. Respeto las otras por supuesto, pero no van conmigo.

Y así hasta que un día aún haciéndolo lo que siento, lo que pienso, teniéndolo todo "controlado"...

 
¡Todo salta por los aires!

Si lo pienso tiene su razón de ser.

Quería y no paré. Porque no quería parar.

Y merecía la pena.

Y sigue mereciendolo.






   

Confianza

Lo he oído.

 
He oído el click.

 
Algo se ha roto.

Ha sido por casualidad, sin saberlo.

Hubiera sido mejor no saber. O saber más tarde.

 
¡Cómo duele la desconfianza!

No sé qué pensar. No sé qué se supone que tengo que hacer o decir.

Está doliendo.

Ahora dudo de mi. Después de mucho tiempo.

No sé si es exagerado o no.

¡Cuántos pensamientos contradictorios!

Una montaña rusa de sentimientos negativos y positivos que cambian cada medio segundo.

Preguntas que no sé responder, y de las que no sé si quiero saber la respuesta.

Y ahora, ¿Qué hago?


 

Te quiero tanto qué...

Te quiero tanto que ...

Tanto que me haces sonreír y reír de manera casi permanece.

Que me inspiras y eso me ayuda a seguir.

Tanto, que mi mente es optimista y abierta.

Que todo me parece bien.

Qué se hacen menos cuesta arriba los "problemas".

Tanto, que con pensarte es suficiente.

Que te echo de menos para todo.

Tanto, que cuánto más lo hago más te quiero.

Que sueño con planes juntos.

Que no hay nada que no me apetezca contigo

Tanto, que no duele, nada, ni un poco.

Por qué si querer te duele, no estás queriendo bien.

Te quiero tanto que... 

Pensándonos

He estado pensando en ti, bueno y en mí, venga vale, en nosotros.

Porque necesito contarte todo lo que nos queda por hacer, juntos.

Es una pequeña advertencia, no puedes entrar en mi casa, ponerlo patas arriba y esperar que no pase nada. Ahora ya es tarde.

Tengo apuntadas promesas, las tuyas y las mías, todas.

También hice una lista de sueños y pendientes y ¿Sabes? Apareces insistentemente en todos ellos.

Así que he pensado que debías saber que formas parte de mi presente, obvio ¿No?, pero quiero además que seas futuro, pero no uno cualquiera no, mi futuro.

Y ahora solo deseo encontrar la manera de hacer que suceda.

Pero no puedo ni quiero hacerlo en solitario, es cosa de dos, solucionémoslo.

¿Estás de acuerdo?

Ojalá. segunda parte

Poder hacerte entender que estar juntos significa algo más que compartir piso.

Todos los cambios y los esfuerzos hubieran llegado antes.

Haber sabido ayudarte lo suficiente para salir de la nada, del vacío.

Más momentos juntos en los que no solo hablara uno.

 
Hablar hasta dormimos, abrazados diciéndonos buenas noches.

Día a día juntos. 

Darnos prioridad.

Acabar todos nuestros planes hechos, juntos.

Estar juntos siempre, como soñamos.





 

Ojalá . Primera parte

Ser capaz de decirte que dejaría todo para estar contigo.

Poder darte lo que quieres, lo que deseas. Pero ya no es el momento.

Haber parado antes de saber que ya nada va a ser igual, cuando ya no seamos nosotros.

Perderme contigo sin mirar atrás.

Despertarme a tu lado, un sueño.

Pensar en alto y contigo. Compartir

Hacer planes, cumplir sueños.

Hacer que el nosotros sea real.

Que el "siempre" tenga sentido.



 

Historias que se repiten

Siento haberme colado en tus planes.

En lo míos tampoco estabas. Pero creo que tampoco hacia falta.

Sucedió, queriendo por supuesto, somos adultos.
Y salió bien, ¿No? O eso parecía hasta que como casi siempre uno quiere menos , o no quiere lo que anhela el otro.

 
Por querer más no pasa , ¿verdad?

Y no se  habla de las diferencias, ni de las expectativas, ni de los sueños, ni de los deseos.

 
Así está bien, va, funciona.

Y así sigue durante un tiempo, porque es más fácil seguir la rueda, que bajarse en marcha.
Pero hay que tomar decisiones y eso son palabras mayores.

 
¿Qué no da tanto miedo?, que queriendo tanto no sepamos hacer algo por él, por ese amor.

Y es el principio del fin.

Y siempre es lo mismo, todas las que fallan pasan por algo parecido a ésto.

Repetimos aquello que hemos oído, visto de otros, pero ignoramos como si no nos fuera a pasar.

 
Pero lo hace.

Dime, ¿también a nosotros?











 

Emociones

Inquietud, expectación, ansiedad, deseo.

Todas estas sensaciones suelen ser habituales la primera vez de algo, incluso diría que podría alargarse algo más las primeras veces, depende.

Pero siempre he pensado que la confianza, el tiempo, la seguridad de la situación hacían que todas esa sensaciones, sentimientos se calmaran.
Como una botella de champán,primero la explosión inicial y luego como disminuye la fuerza, el ímpetu
Y tengo que decir que siempre se cumplió esa máxima, hasta ahora, hasta tú.

Da igual el tiempo, horas, días, semanas, meses.

 
Saber que hay una cita, un encuentro, un reencuentro, es nervios en el estómago, es ganas, es promesa de algo bueno, es felicidad.

Y siempre es mejor, la siguiente supera la anterior.
Eso deja huella y deja ganas, muchas.

No le des más vueltas. Siempre quiero estar, verte, compartir.

No te has ido,  estás aquí y ya sueño con otra vez.
 

Las vueltas que da la vida

No, no eras lo que yo quería.

Yo quería alguien que perdiera la cabeza y la vida por mí, de verdad , no palabras bonitas y frases hechas, no.

 
Ni era el momento, ni lo buscaba. No se si tú estabas en el mismo punto.

Mientras nos conformamos como todos, si, tú también.

No soy lo que buscabas, o necesitabas . No entraba , no entro,  en tus planes.

Pero quién dijo que se elige todo lo que queremos, tenemos o necesitamos. Solo nos amoldamos o elegimos lo menos malo.
Y no estamos mal.

Solo, quizás,  deberíamos pensar si nos beneficia, si nos va a funcionar mucho tiempo más,  esta media vida creada a la medida de las circunstancias.

Si tiene solución se solucionará, pero si no es así ya está, esa es la solución.

Y así pasa el tiempo, más rápido de lo que queremos si estamos, y más lento mucho más lento si no estamos.

Así es.

En un tiempo indefinido, en un momento sin final, con más ganas de las previsibles, pero y ...

¿ Es necesario tener todo los datos, y todo controlado? Pues no, claro que no. 

Sucedemos

No hace falta decirlo.

Tú lo sabes, yo lo se.

Es un,  nosotros.

Ya no hay definiciones claras, es todo muy difuso.

Tampoco es necesario nombrar algunas cosas. 

Es suficiente con saber que están. Y eso da seguridad.

 
¿Y como es posible si parece la nada?

Porque saber que existe no implica  que tenga palabra que lo describa, etiqueta, título.

Lo tienes, lo sientes, lo tocas, lo oyes, lo hueles, lo vives.

Y eso somos algo sin nombre pero con existencia, algo para siempre.

Tuyo, mío, nuestro. 

Atreverse

A dar un paso adelante y tirar si hace falta.

O atrás y dejar ir .

¿Y a un lado para hacerlo juntos?

Porque eres lo que quiero, pero te quiero bien. Solo si estas bien, soy.

No importa el tiempo, el lugar , el momento.

 
Hace tiempo ya que tengo la seguridad de que si no es contigo no es con nadie.

 
Sin dramas, sin grandes gestos o bonitas frases.

 
Tengo claro lo que quiero y con quién lo quiero, tú.

¡Ojalá todas las cosas fueran tan claras!

Pero lo es, la que importa. Es suficiente.

 
Empezar, continuar, superar, hacer , soñar, creer.

Algo, todo, nada.

Es cuestión de atreverse.

¿Lo harás?



 

No quiero

No quiero un final, por qué ni siquiera hemos empezado.

No quiero dejarte ir, porque a tu lado es más fácil.

No quiero elegir ahora o futuro.

No quiero pensar en mañana, es este momento en el qué quiero quedarme.

No quiero olvidarte, porque perdería todo lo que me has hecho ganar.

No quiero que dejes de pensarme, para que no se te olvide cuánto te quiero.

No quiero compartirte por qué ya sé lo que significa y ya no estoy dispuesta.

No quiero decidir si hay que poner límites o no.

No quiero que pase el tiempo sin ti a mi lado.

No quiero dejar de quererte. 

De todo a la nada

Un escalofrío recorre mi espalda.

Tengo frío porque no estás, aunque compartamos en éste momento la cama.

Tenerte físicamente cerca pero sentirte tan lejos como si estuvieras en otra parte del planeta.

El silencio dió paso a la soledad acompañada, qué es más dolorosa todavía.

¿Cuándo pasamos a ser dos personas que no se reconocen?
¿Cuándo nos dejamos de pensar?

No se si me importa, me duele o me es indiferente.

Me gustaría ser capaz de decidir.

A lo mejor ya no hay cariño, pero no quiero perder el respeto.

Ha sido tiempo perdido, si no hay nada que rescatar.
Antes dolía, ahora no hay nada . Vacío.

¿Piensas tú lo mismo? 

Acción, reacción

Te leo, sonrío.

Te escucho, me enciendes.

Me miras, te deseo.

Me tocas, y me vuelvo loca.

Y así pasan los días, creciendo las ganas de ti cada segundo.

 
Aún teniéndote a mí lado siempre quiero más.

Romper límites, llegar juntos a cualquier lugar que queramos.

Hacer locuras nos queda tan bien.

Todo aquello qué quiero está ,si tú estás conmigo.
Sin preguntas, sin pensarlo.

Hacerlo contigo siempre. ¿El qué? Todo
 

Ese dolor

¡Qué dolor!

Por todo o por nada.

 
Una presión en el pecho que te cuesta respirar.

 
La cabeza está al límite de estallar como una olla a presión fuera de punto.

Las lágrimas luchan por salir desbordadas de los ojos para aliviar la concentración por no hacerlo.

Una y otra vez vueltas a la misma frase, a la misma imagen , a la misma situación esperando encontrar una señal, un mensaje diferente al que ha tenido las otras doscientas veces que lo has repasado mentalmente.

No hay solución rápida ni milagrosa, ni parche porque para eso hay que tener definida la causa y es un todo y un nada tan genérico que es imposible hacer algo efectivo.

Y si se busca el origen , si indagado llegas al problema primero, podrás tirar del hilo que te llevará a donde te encuentras ahora y ...

Piénsate muy bien hasta dónde quieres llegar para aliviar el dolor, no vaya a ser más grande el que encuentras al que dejas.