Me faltas

Me cuesta dormir últimamente.

Una vuelta, otra, veo pasar todas las horas, como si quisiera que la noche pasara rápido, como si el día te fuera a traer a mi lado.

Pero no es así y mi cuerpo lo sabe.

 
Falta tu piel junto a la mía.

 
Falta tu olor, tu sabor , tu tacto, tus besos.

 
Por el día casi cualquier cosa vale para mantenerme ocupada, que no para olvidarme.

 
Y casi sin darme cuenta esas horas van pasando.

Pero cae la noche y sin ti, ya no puedo dormir.

 
Era tan fácil...,tú y yo, en  la cama juntos y la noche.

 
¡Pero no estás, me faltas!
 

Heridas

Qué dolor más intenso.

 
Aún siendo previsible,no deja de doler, mucho.

Intuiciones que se hacen realidad.
Dudas que se confirman.

 
Certezas que obviamos para evitar enfrentarse a los miedos.

Pero no asusta, porque en el fondo sabías que podía ser. Solo duele.

Y el dolor se pasa, es lo bueno, no dura toda la vida.

 
Solo deja que poco a poco vaya desapareciendo el nudo en la garganta, las ganas de llorar, las ganas permanentes de tristeza.

 
Si,  todo esto se va, desaparece con el tiempo y deja de doler y entonces estás curado.

Solo es eso, dejar que pase y volver al punto de partida, solo con cicatrices

 

No me dejes sola

Me siento vulnerable cuándo no estás.
También, cuándo no te siento cerca.
Te necesito casi para respirar.

Soy capaz de seguir , continúo, hago lo que tengo que hacer y lo que se supone que debo hacer. Eso sale solo casi de forma automática.
Pero estoy sola, me siento sola y te necesito.

Tu aliento, tu apoyo, tu mano, tu empujón.

Es todo lo nunca he querido ser, es contradictorio, es algo de lo que me avergüenzo, porque en realidad soy totalmente independiente, menos cuándo se trata de ti.

Soy capaz de todo, sola. Pero si estás tú además soy feliz. Y eso me tiene enganchada.

Por favor no me dejes sola, ven, acompañame, me lo prometiste, era nuestro trato, no lo rompas.

Te espero, no tardes 

Voy hacerlo

Tantas cartas te he escrito, en mi cabeza , en las notas del móvil, en mis cuadernos varios.

Nunca te las enseñé, por vergüenza, por miedo, por inseguridad.

Casi tengo para un libro.

El libro de Porqué no en atreví, porqué eché un paso atrás, porqué te dejé ir, porqué no levanté la voz.

Las cosas que decidimos nos marcan, pero las que desechamos, o perdemos por no reconocerlas lo hacen aún más, y nos dejarán una herida profunda que no siempre se supera.

Y pienso que no quiero que seas , eso que no me atreví, eso que no decidí, eso que no será.

Y aquí estoy buscando el momento .


 

Acércate, ven.

Acércate, ven. Quiero que estés muy cerca de mi. Tanto que nuestra piel sea una, tan juntos. No saber dónde empiezas, ni dónde termino.

Acércate, ven.Olerte, tocarte, saborearte.Oírte, escucharte, sentirte. Necesidad de ti. Desde el minuto uno.

Acércate, ven. Coge mi mano, vayamos juntos.
No importa dónde, pero juntos. Por el mismo camino,  en el mismo sentido.

Acércate, ven. Háblame de lo que piensas, cuéntame qué esperas. Hagamos planes que cumplir, ahora, luego, siempre.

Acércate, ven. Bésame, abrázame. Yo lo voy hacer contigo. Querernos, desearnos.Nunca pensé que se podía sentir así.

Acércate, ven.

 

Vacío

 Esa sensación de Vacío cuando has  dado todo, todo lo que tenías y  más.

Eso pasa cuando das porque quieres, porque lo das todo a gusto, con ganas . Y mientras lo haces la sensación de plenitud, de felicidad, se agarra a ti, a tu cabeza, a tu estómago completamente.

Pero una vez dado, se acaba. Y lo suple un vacío grande, un agujero difícil de llenar.

La sensación de estar lleno, completo, con todo en "su sitio" , es tan increíble que quieres volver ahí. Tu nuevo sitio preferido.

Y tu vida la dedicas a volver a esa sensación, a ese sitio en donde está todo lo que te hace feliz, a ese sitio que un día encontraste y deberías haber dejado ir.

Solo tú , consigues llevar el vacío que deja tu ausencia . Voy a volver a tí, siempre

Dándole vueltas

Salgo a despejarme.

Fuera hace frío y necesito notarlo el la cara.

No puedo pensar, no quiero pensar más.

Todo el tiempo el mismo tema, las mismas preguntas , las mismas respuestas y vuelta a empezar .

Debería tomar una decisión, pero ésta vez de verdad, no debería seguir retrasándolo . Pero no soy capaz.

¿Qué me ata? ¿Qué me lo impide?

No lo sé, pero es una una lucha permanente que tiene que terminar.

Por mí yo presente, por mí yo futuro.

Piensa, decide, toma las riendas de tu vida y actúa.

¡Joder, si fuera fácil!
 

Solo una vez

Bastó una sola, para saber que quería que no  fuera la última.

El ventanal era muy alto y solo estaba abierto por la parte de arriba y aún asi , hacía tanto viento fuera que se colaba moviendo las cortinas.
Solo había una pequeña luz en la pared .

- Ven acércate, te hago hueco.

 
Se coló debajo de la sábana y se quedaron juntos, muy pegados , piel con piel.

 
Silencio, caricias, conversación, besos.

Segundos, minutos, horas. No podría decir el tiempo transcurrido.

- Buenas noches.

- Quiero más de éstas.

- Y yo.

- Buenas noches.



 

Soy yo

Soy muy intensa para todo, vehemente. 

Y con esa intensidad cuido de los que quiero muchísimo, a veces poniéndolos por delante de mí.

Con ellos soy constante, no es la constancia  una cualidad en la que destaque especialmente, pero por ellos si.

Tengo paciencia casi infinita. Por lo que siempre estoy por y para.

Pero si alguna vez tiro la toalla, es porque de alguna manera no entro es sus planes de vida y no voy a quedarme fuera .  

Ya he aprendido a quererme un poquito y me cuido de aquellos que no me ven, que no me echan cuentas, que solo ven delante alguien de quién sacar algo.

Con esto quiero decir, que lo que es y ves es lo que hay  y si hay reciprocidad ( que la hay) es lo que vas a encontrar siempre de mi, no importa el tiempo transcurrido, el cuándo, el donde ni el porqué.

Ésta soy y seré siempre. 

El recuerdo de tu olor

Poco a poco los recuerdos se difuminan.

Cuándo es de personas que no están, es más duro.

No es un proceso rápido, ya que al principio están tan nítidos y recurres a ellos constantemente para mantener viva las sensaciones y sentimientos unían.

Y va pasando el tiempo y cada vez parece que se evocan menos, que no se recuerdan tan fácilmente.
Y un día un olor, se cuela y te inunda una sensación tan dolorosa y placentera a la vez.

Repites, vuelves a oler por si ha sido una mala pasada de tu cabeza, pero no, el olor es el mismo.

Y cierras lo ojos y empiezan a aparecer más imágenes, sensaciones, recuerdos muy vívidos.

Ese era su olor, el aroma del jabón con el de su piel se mantenía durante horas. Ya fuera pasando cerca de él o acercando la nariz hasta su cuello, respirándole.

Ese mismo olor, que nos volvía locos cuándo solo éramos piel con piel.

 
Idéntico al de después de sexo desenfrenado y agotador.

 
Siempre ese olor, su olor.

 
Ese que ahora que vuelvo a sentirlo y no quiero olvidarlo.

 
Pero la mente es sabía, y si no te deshaces de ese olor, no puede aparecer otro que te llene , tanto o más que el perdido.

 
Es el momento de dejarlo ir, que huela cada vez menos a ti.

 

Soledad compartida

Me gusta estar a sola. Sé estar sola.

 
La soledad no me asusta, ni me incomoda.

Pero ahora quiero soledad compartida.


Quiero la soledad estando contigo.


Juntos en el mismo lugar pero solos con nosotros mismos. Espacio.

Qué pase el tiempo así, para que cuando cuando compartimos estamos cerca. Lugar.

Saber que estás. Cercanía.

Necesito que sepas que estoy. Dar.

Compartir silencio y espacio, pero solos. Juntos.

Esa soledad que permite intimidad, pero está rodeada de nosotros. Compartir.

Soledad elegida a tu lado.

 

Lo que queda por vivir

Cuándo quieres tanto que no hay nada con que puedas comparar.

Cuándo eso se convierte en tu forma de vida "para siempre".

 
Lo deseaste, lo buscaste, lo conseguiste.

Pero siempre , no tiene el mismo significado con 20, que con 30, que con 40.

Porque todo no es lo mismo según tú estado.
Porqué el tiempo pasa, todavía no tengo claro si para bien o para mal.

Por qué dos personas evolucionan de diferentes maneras según sus circunstancias, a pesar de estar juntos.

 
Echo la vista atrás y me gusta el recorrido hasta hoy. Con sus torpezas, problemas decepciones y huidas, por qué son mayores los logros, las alegrías, la superación y los aciertos.

Y ahora estamos aquí.

 
Pero no sé mirar hacia delante, no veo lo que nos espera, ni si quiera me atrevo a imaginarlo.

 
Solo sé qué pasará.

 
¿El qué? Lo bueno, lo malo, lo buscado, lo inesperado. Otra media vida , vamos.

 
Pero igual que no pude imaginar nada de la primera mitad, no tengo capacidad de ver la segunda, a pesar de la experiencia, de los años, del camino recorrido.

Es, incertidumbre de nuevo, expectativas, ganas, espera, quizás esperanza.

¡Eh, vida! ¿Qué me tienes preparado?

 

Historia de una foto

Es como el final de una película. Su último fotogramas y se funde a negro.

Saben que es el final, lo sabían según iba acercándose el desenlace.

No querían verlo, siempre gusta ver las pelis hasta que terminen.

Era previsible.

 
Una vida juntos, una buena vida juntos.

 
Pero que no llena. No es una maravillosa vida juntos.

 
Tomaron caminos diferentes hace mucho tiempo. Esperando una señal que les hiciera parar o por el contrario continuar, pero con ganas.

Nunca llegó esa señal.

Vidas paralelas casi plenas, empañadas por la decisión correcta.

Vida juntos casi completas, a falta de determinación.

 
Y así es como poco a poco se termina.

 
Sin dramas, sin reproches, sin dolor, sin ganas.
Una última vez. Un último día. Una última tarde juntos.

Y su imagen se difumina, se oscurece, se va.

 
Solo ellos son dueños de su final y de su futuro.
 

Despedidas

No me gustan.

Y aquellas que ponen un puto Intermedio, sobre la incertidumbre de si habrá otro vez, esas  son las peores.

En ellas, el silencio es muy denso, es incómodo y lo inunda todo.

Los minutos previos son duros, sabes que hay que decir adiós, sin saber si será o no la última, o el tiempo será poco, demasiado o insuficiente, hasta una próxima.

Y puede llegar a ser frío, puede que parezca que el instante hasta llegar ahí al final  haya sido insignificante.

 
Pero no, los momentos más intensos son aquellos en los que cualquier forma de hacerlos llegar al final es mala, porque nunca deberían llegar ahí, a los finales.

Y aún así llegan y nos cuesta el hasta luego , el adiós, el ya nos vemos.

Porque querrías que fuera un , no hace falta que te vayas, que termine , quédate.

 
Pero no lo es.

Hasta luego.
Adiós.
Ya nos veremos.
 

Sentirte

Acabas de irte y ya me falta el aire .

Tengo necesidad de ti. 

Me falta el contacto de tu piel contra la mía, juntas. 

Tus besos en el brazo, en el hombro , en la espalda.

Tus brazos apretándome tan fuerte que casi duele

Es algo que no puedo controlar. 

Es mi cuerpo el que lo anhela, es mi cabeza la que te sueña. Y yo solo puedo dejarme llevar por qué no puedo, ni quiero parar.

Quiero pasarme horas tocándote, descubriendo una y otra vez ese cuerpo que me conozco con los ojos cerrados.

 Acercarme tanto que solo con respirar tu olor se cuele en mi. 

Si lo pienso es casi enfermizo, pero también inevitable.

 Tu, todo tu, mío.

La respuesta a tu pregunta

 

- Hola, ¿Qué haces?

- Nada aquí queriéndote.

( Y ya no había más que decir. Porque ese querer va para largo , no es de un día, no es de un rato .

Es un querer de los que se quedan, de los que están, de los que crecen y no pasa el tiempo por él.

Te acompaña y te queda bien, te deja sonrisa, sensaciones bonitas, ganas de todo, ganas de más.

No tiene límite ni tiempo porque es propio para darlo.

 
Y hace feliz, que es lo que importante)

-Y aquí sigo, disfrutando de quererte.

Primeras veces

Esa sensación de nuevo, de diferente, de inesperado.

El cuerpo lo sabe casi antes que tú. El estómago se da la vuelta, nervios, ansiedad, felicidad, juntas o separadas, es muy posible que no sepas distinguirlo. Por qué se atropellan entre ellas.

La expectación por iniciar algo, te causa felicidad temporal que puede llegar a ser un terremoto de emociones. Tanto que muchas veces cuando queremos recordar esa primera vez, está todo nublado en nuestra cabeza.

Nos afanamos por aprovechar todo lo que nos pase, pero no lo fijamos , de ahí que a veces, cueste hacer memoria sobre detalles. Dejándolos fuera  del relato ocurrido.

Por eso me gusta escribirlo, y de un tiempo a ésta parte , hago dos cosas para que esas primeras veces, que además, personalmente me son importantes, no caigan en el olvido.

Intento vivirlo conscientemente, fijándome en los detalles , no dejando que pasen sin más.
y cuando ha pasado , dedico algo de tiempo a escribirlo. Sin mucha estructura , o motivo solo poner palabras a lo sucedido.

Luego días después, suelo leerlo y al hacerlo las memoria queda bien fijada , y queda un recuerdo completo. Y  a veces hasta una entrada de blog.

Me gustan las sensaciones de las primeras veces. 

Llorar de felicidad.

Se puede, sí.

Porque cuándo encuentras eso que te hace clic en la cabeza, en el corazón, que te llena tanto que no sabes ni como explicarlo, a veces hasta abarcarlo, lloras si, de felicidad y sonriendo.

Porque te das cuenta de que tiene sentido lo que sientes, lo das y lo que recibes.

 
Porque estás lleno de amor, felicidad, cariño, agradecimiento, de cada uno de ellos o de todo junto.

Porque te sientes invencible, fuerte y completo.

 
Porque el cuerpo se estremece con cada lágrima de felicidad que recorre más mejillas.

Porque estás donde habías soñado y ha llegado.

Y lloras. Mucho, muchísimo mientras no paras de reír.

 
Eso es llorar de felicidad

 

Siempre estoy.

Siempre estoy. Hoy lo he dicho dos veces, con estas mismas palabras.

 
Pero con otra frase de mismo significado, lo he debido decir un par de ellas más.

Y de repente, me he dado cuenta que estoy para todos, menos para mí.

Y me he hecho daño, y y me ha dolido.

Todo lo que no hago a los demás, lo que no me gusta que le hagan a la gente que quiero, me lo estoy haciendo a mí . A la persona que más tengo que querer, yo. Poniéndome delante a todo el mundo.

No es la primera vez que alguien me lo dice, pero si es la primera vez que me doy cuenta tan claramente.

Todos van antes que yo.

Pero ya no.

No me gusta sentirme la última.

No quiero sentirme la última.

Ya no.
 

Caminos

Voy a intentarlo. Voy a darme espacio.

Soy yo la que tiene que decidir hasta donde quiero llegar, hasta dónde voy a implicarme. Hasta dónde voy a dejarte entrar.

Ha pasado el tiempo suficiente para darme cuenta de qué hay algo que falla y dónde.

Es  en mi,  en la forma de verlo, en la forma de sentirlo, en la forma de actuar.

¿Voy a saber parar? ¿Voy a concederme la duda de querer hacerlo?

¿Cuánto espero de mí? ¿Y de ti?,  espero que seas como te quiero o como me gustaría que me quisieras.

Y al pararme a pensar en ello, me doy cuenta de que no todo estaba bajo control.

No hay excusas, me deje llevar porque quise.

Y por eso mismo paro ahora. Antes de que todo lo arrase mi locura por ti