Sin gotas

No ha pasado nada, o a lo mejor es por eso.

 

Muchos nadas en mucho tiempo.

No es el momento. Ni el día, ni el lugar.

Pero ya no caben más gotas, rebosó.

¿Hubo tiempo de respuesta? Es posible, pero ya da igual .

No te quiero a mi lado, no quiero saber de ti.

Tu cercanía me hace daño, tu lejanía es aún peor.

Tu compañía que en principio me reconforta, se torna dañina por momentos.

El cuándo, cómo y porqué han pasado, no tiene un identificador claro. Es un cúmulo de cosas. 

La primera vez que algo no te gusta y callas. 

La primera decepción y sigues callando. 

Callas hasta cuándo empieza por tí la conversación.

Así que cuando se acumulan silencios, un día la bolsa se rompe de llena que está.

El no eres tú, soy yo, más usado puede también valer. 

Soy yo, que ya no aguanto más.

Mentirnos

Una vez más.

Me quiere.

No quiso decir eso.

Hay mucho trabajo.

No te preocupes.

No es para tanto.

No exageres.

Se me olvidó.

No, eso no es así.

Había sido un día agotador.

Nosotros no éramos así.

Lo nuestro es diferente.

¿De verdad me preguntas eso?

No pensé que fueras así.

Y así sin querer verlo, leer la realidad nos resulta insoportable y es, en ese momento, en el que lo tóxico, ya se ha adueñado de ti.

Nos mentimos, otra vez

Espejismo

Tienes la habilidad de cambiar mi humor.

De convertir en sonrisa hasta el día más oscuro y gris.

De hacer que me duerma soñándote. 

De pensarte sin pensar.

De olvidar lo que duele.

De que las horas vuelen.

De mirarme y verme, verme bien.

 

De creer que puedo.

De sentirte a kilómetros.

Pero no es cierto, es solo una ilusión.

Condicional

Si me quieres todavía. 

Pero si no lo haces también quiero saberlo.

Si me echas de menos o si ya no hay nada que te haga recordarme.

Si piensas en mí.

Si hubieras cambiado como tratarme.

Si podríamos haber hecho algo más.

Si había futuro.

Si mereció la pena.

Si volverías a repetir.

Si, si, si .

No hay respuestas. 

¿Y si las hubiera?

Hoy

Desde qué he abierto un ojo a las 6, ya sabía que no iba a ser bueno.

No ha pasado nada malo, pero me va el drama ya lo sabes.

Pequeñas cosas que no puedo controlar y eso me inquieta, molesta y hasta me cabrea a partes iguales.

Y entonces es cuando necesito hablar.

Pienso muy bien la llamada, es muy pronto. 

Llamo y no hay respuesta.

Empieza la rutina, que últimamente es rápida, llena de incidencias, pendientes y mucha responsabilidad.

Y cada vez me siento más cargada.

El ritmo no para y yo debería hacerlo pero no es buen momento.

Y llegan los cambios.

Hoy se materializa uno que hará que el espacio que he ocupado durante 15 años cambie, con todo lo que ello conlleva. 

Y de repente he sentido vértigo.

Necesito gritar, ahora hablar se queda corto .

Me doy un respiro, puedo con el cambio, lo haré a mí ritmo. Además se que es bueno y que será mejor.

Pero el día no termina, quedan las responsabilidades. Las que nunca abandono, ni relego, ni esquivo aunque me cueste como hoy, la misma vida .

La recompensa es maravillosa, la sonrisa de mi hijo, su felicidad, por encima de todo eso es lo importante.

Me dejo mil pequeños detalles que en cualquier otro momento pasan desapercibidos, pero que hoy me han dejado marca, me han pesado, casi pueden conmigo.

Eso sí, todo hubiera sido infinitamente más fácil si hubiera contado contigo.

 Pero para eso tenías que haber estado y yo saberlo.

¿Estás? 

No, creo que no.

Necesario

No

No quiero verte más.

No quiero escuchar tu voz otra vez.

No quiero tocarte, besarte.

No

No podría volver a dejarte ir.

No puedo volver a mi vida sin tí.

No quiero quererte más.

No

Voy a olvidarte.

Voy a seguir sin tí.

Voy a volver a ser yo.

Entonces si, volveré a sonreír.

Repetiría siempre

 Quedarme en ese momento. 

Nuestro espacio, nuestro lugar.

Qué nada lo estropee.

Mirarte detenidamente, repasando cada marca, arruga, lunar que hay en toda tu piel.

Me gusta tocarla, olerla, besarla.

Tumbados, rozándonos para cerciorarnos de que estamos uno junto al otro.

Besarnos, reírnos y volvernos a besarnos, tanto que duelan los labios.

Hablar mucho, de todo. 

Y vuelta a empezar.

Así que detengamos el tiempo para que esto se repita siempre.

Nostalgia

Qué bonito es tener algo que decir.

No tener conciencia de las horas en las que te pienso, porque es siempre.

Qué cuándo quieras decir te quiero, lo sueltes, sin más.

Guiños, llamadas, mensajes, hechos y las ganas intactas.

Deseo permanente de todo lo que seas tú, o yo o juntos.

Espera de un próximo, lo que sea,  es siempre bienvenido.

Refugio, casa, confianza, sin límites.

Ahora todas y cada una de esas cosas se perdió y lo añoro tanto que por momentos duele. 

Pero sigo evocando, recordando aquello en donde fui feliz. 

Esperando que poco a poco solo quede el buen recuerdo.

Insomnio

 Empiezo cerrado lo ojos, hoy necesito dormir, me digo.

Intento no pensarlo pero los minutos pasan excesivamente lentos y se hacen eternos.

Respiro lentamente a conciencia, intentando calmar mi cabeza.

No funciona, mis pensamientos son un torbellino que no cesa.

No quiero despertarte, pero no puedo más.

Muy despacio salgo de la cama evitando que me sientas.

Y , ¿Ahora?

Doy vueltas alrededor de estas paredes sin parar,sin sentido.

La sensación de encierro me pesa, me agobia.

¿Y si me voy, y si me escapo?

No obtengo respuesta, solo un ruido ensordecedor en mi cabeza. 

Y no puedo dormir. 

Hoy, otra vez.

Un abrazo

Necesito tu abrazo.

Que borre lo que hizo daño.

Que repare el tiempo en vacío.

Que me deje el olor de tu piel.

Qué me haga sentir que eres casa.

Qué me lleve a donde fui feliz.

Que me recuerde lo que significa que te quieran. 

Qué me ayude a recordar porqué te quise, porqué te quiero, porqué te querré.

Qué me deje despedirme y me deje el recuerdo de una historia que no volverá a repetirse.

Escucha

Sé que podías hacerlo pero te pareció un ataque. 

No lo era.

Mi relato eran mis vivencias, mis sentimientos, mis percepciones.

Yo solo queria que escucharas, que oyeras atentamente el por qué de mi ojeras, de mi tristeza, de mi desasosiego.

No busqué en ti la solución, ni la culpa, ni siquiera la aceptación.

Que lo sepas y comprendas por qué es tan difícil seguir.

Una parte echa de menos el roce de tu piel, la otra desea que no lo hagas solo porque toca. 

Primero morías por mí, luego solo era cómodo que estuviera a tu lado.

No había horas para pensarnos, ahora sobran los minutos.

Todo cambia, todo evoluciona, se transforma y hasta se acaba.

Solo necesitaba que escucharas.

Ganas de tí

Tengo ganas de tí.

¡ Siempre, joder! 

Hasta cuándo creo que pienso en otras cosas.

Me enciendes.

Todos y cada uno de mis sentidos se revelan por y para tí.

No puedo controlarlo. 

No quiero.

Pero me consume, necesito tenerte.

Para mí, por qué necesito que así sea.

Te siento en mi piel, tan dentro de mi.

Es una locura. 

Mi locura, tú.

 

Recuérdame

Me gustaría que no me olvidaras. 

No es una petición, es solo un deseo.

Qué algún momento te haya dejado huella.

 

Qué alguna conversación sea imborrable.

Qué los sentimientos aunque diferentes, permanezcan.

Ser un buen recuerdo. 

Uno de los que hacen sonreír.

De los que dejan buen sabor de boca.

De los que gusta recordar.

Sería bonito saber que al haber formado parte de tu vida durante un tiempo. 

Estuvo bien, fue bonito, mereció la pena .

Sólo eso, recuérdame.

Límite

¿Dónde está el tuyo? 

Yo tenía claro el mío, pero lo hiciste añicos muy rápido.

Ya no tengo claro si lo tengo, pero sí queda alguno lo romperé contigo.

Por la adrenalina, por la sensación de volar, de satisfacción, de locura.

Es adictivo traspasar los límites juntos.

No lo sabía hasta que lo hicimos y ahora solo quiero romper todos y cada uno de los que se nos pongan por delante. 

¿Me acompañas? ¿Quieres hacerlo? 

Vamos, hagámoslo, juntos, siempre.

¿Qué era?

Lo que hice por llamar tú atención.

El tiempo que perdí, pensando en como podría hacer para que me vieras.

Para ser eso que querías y buscabas, o eso pensé.

Solo era pasar el tiempo y pasó, vaya si pasó.

Poca huella, poco recuerdo dejo.

Pero al revés, no.

La primera vez de tantas cosas, incluidas las malas, esas que no se deberían conocer.

Todas esas y más.

Tú. 

Cómo para olvidarte.

Me hiciste creer.

Intenté ser.

Y me perdí.

Vaya faena me has hecho.

Darte las buenas noches

No sé dónde estás, no importa.

Estás bien, lo sé y eso me gusta.

Solo estás lejos. Y aún así ...

Hoy quería desearte buenas noches.

Que sepas que soñaré, como cada noche contigo.

Y sentiré como me abrazas, como me besas, como nuestra piel se roza sin parar, de puta necesidad.

Aspirando el aire casi inexistente entre nosotros. 

Sujetándonos fuerte para no perdernos y dejarnos marcas de deseo de esas que no se borran, de esas que permanecen. 

Y así cogeré el sueño, pensándote. 

Así que buenas noches. Tú yo, en mí, me acompaña

¡Qué suerte!

Tengo un plan

Vámonos. 

¿A dónde?. No importa, es suficiente con que estemos los dos.

¿Cuánto tiempo?. El que necesitemos para amar tanto como queramos.

¿Cuándo?. A mí me vale toda la vida.

¿Por qué ahora?. ¿Por qué no? Con nosotros cualquier momento es bueno.

Es mi plan para nosotros, para sentir, vivir, reír ,soñar, disfrutar, estar .

Es un plan eterno que bien podría durar horas, segundo o una vida entera, pero es nuestro.

Qué, ¿nos vamos ya?

Otra primera vez

 Con 44 recién cumplidos y sigue habiendo primeras veces.

Por qué es ahora los últimos años, cuando empiezo a ser yo.

Madrid, un evento en una zona en la que jamás hubiera pensado ir, un viernes noche.

Cuando saqué la entrada lo hice casi sin pensar, porque si lo hubiera hecho, la cabeza me habría explotado de tanto trajín mental, con el resultado de : NO

No ir sola a un sitio

No ir a conocer gente nueva

No hacer algo por primera vez

No ... Cualquier excusa es buena.

Pero lo hice, saqué la entrada y hoy era el día.

Y lo he hecho, una vez más he superado mis miedos, mi ansiedad, mi vergüenza, mis bloqueos.

Y además he disfrutado tanto de elegir, de la soledad, de la compañía de extraños, de las nuevas sensaciones.

Orgullosa . Y sigo sumando. 

¿Te espero?

Me cuesta conciliar el sueño.

Te echo de menos.

Mi piel necesita el contacto con la tuya.

Mi cuerpo te extraña.

No consigo quitarte de mi cabeza.

¿Sabes ya cuándo volverás?

¿Lo has pensado? 

¿Quieres?

¿Lo harás? 

Transitando

Ojalá no pensarte.

Ojalá no echarte de menos.

Ojalá no tenerte permanente en mi cabeza.

Así te olvidaría.

Así mi vida no sería un continuo pensarte.

Así empezaría a soltar.

Entonces abriría mi vida a cosas nuevas.

Entonces no dependería de tí.

Entonces te habría superado.

Y después ya no dolería tanto.

Y después continuaría mi camino.

Y después solo serías un recuerdo.

Atrapado

Sabía que no tenía que mirarte a los ojos.

No debía mantenerte la mirada.

No podía acostumbrarme a tu lengua, tu saliva, tus besos.

Qué no se me erizaría la piel, como lo hacen con tus manos.

Sabía que no había historia, solo final.

Qué los abrazos con la nariz metida en tu cuello, terminarían.

La absoluta certeza de que fue un maravilloso espejismo.

Qué hay historias que no tienen trama, solo un principio explosivo y un desenlace previsible.

No por eso menos doloroso.

Por qué lo es. 

Duele, lo sé , lo sabes. Los sabíamos.

Pero aún así, hubo historia. 

Porque quise, porque quisiste, quisimos.

El efecto

Sobresalto. Todas y cada una de las veces.

Incapacidad de dejar de sonreír.

Se eriza el bello, se enrojecen las mejillas y tiembla el cuerpo.

El corazón empieza a latir tan fuerte que es casi imposible, no pensar en que pare, porque podría salirse del pecho.

Dura bastante y no se puede controlar.

Te hace sentir jodidamente bien.

Así que siempre esperas que se repita, porque engancha.

- ¿Y qué es exactamente?, preguntas.

- Tú y tu efecto en mi. 

¡Qué difícil!

Soltarte.

Mírame bien.

Dejarte ir.

Cuidarme.

Olvidarte.

Quererme.

Quererte.

Sanar.

Pensar.

Cuidar.

Seguir.

Estar.

Y así, hasta volver a ser yo. 

Yo sin tí.

¡Qué difícil!

Poco a poco

No creas que no me acuerdo.

No pienses que no te extraño.

No olvides que te tengo en mente.

Y esto no es alguna vez, de vez en cuando, cuando suena una canción , o hay algo que podría hacerme recordar, no.

Es siempre, me acuerdo, te extraño, te tengo en mente. Siempre estás.

Pero no lo grito a los cuatro vientos, ni siquiera lo digo.

Estoy intentando acostumbrándome poco a poco. 

A que pase desapercibido, a dejar de sentir, aunque eso no se hace así como así, eso no se borra, yo no puedo.

Y así, poco a poco serás algo que se desvanece hasta que desaparezca.

No todo dura eternamente, eso dicen, ¿no?

Pero no puedo asegurarlo, porque yo no sé hacerlo de otra manera .